- ¿Contento con el debut como profesional?

-Sí, la verdad es que terminé satisfecho. Había apretado con los entrenamientos estos últimos quince días, para llegar bien a la carrera. Ayudé a que el equipo cumpliera parte de los objetivos marcados, así que pienso que no estuvo nada mal para empezar.

¿Cuáles eran esos objetivos?

-En primer lugar, queríamos entrar en la fuga con Luis Ángel Maté, para ganar la clasificación de la montaña. Jorge (Azanza, el director deportivo) nos designó a Antonio Soto y a mí para tapar los huecos antes de que se formara la escapada, si Maté no estaba delante. Tocó echar abajo un par de intentos, pero en torno al kilómetro 15 se hizo el corte bueno y ahí teníamos a Luis Ángel.

¿Notó desde un inicio el ritmo de la categoría profesional?

-El salto a profesionales lo noté desde la cena de la víspera. Nos alojábamos todos los equipos en el mismo hotel. Y cuando estaba en el bufé sirviéndome la comida vi que tenía a un lado a Alejandro Valverde y al otro a Fernando Gaviria. Ahí supe que me esperaba el debut en la elite.

¿Qué tal se vio dentro del pelotón?

-Una vez que se formó la fuga, mi papel pasó a consistir en ayudar a Juanjo Lobato, que era una de nuestras bazas para el sprint. Iba constantemente a su lado y, entre eso y que hubo entonces momentos de cierta calma, me di cuenta de que es un ciclista muy respetado en el pelotón. Hablaba con Nizzolo (el a la postre ganador), con el mismo Gaviria, con Mark Cavendish...

¿Y a usted no se los presentaba?

-Sí, sí. Ya te digo que era un momento bastante tranquilo de la carrera, así que pude cruzar algunas palabras con todos ellos. Un lujo.

Hasta que se puso seria la cosa.

-Fue una prueba nerviosa en líneas generales, con mucho viento. Antes incluso de que conectara la televisión, se puso a tirar el Bike Exchange y tuvimos media horita complicada. Ahí también me di cuenta de que ya compito con profesionales.

Cuando tuvimos imágenes de la carrera, le vimos en las primeras posiciones durante los últimos kilómetros.

-El circuito urbano de Roquetas de Mar era bastante puñetero, muy técnico, pero pude moverme bien para dejar a Lobato bien situado. Alrededor veía maillots del UAE, del Bora, del Deceuninck... Pero ahí ya no te puedes parar a pensar tanto en el contexto. Hay un trabajo que hacer y te concentras en ello. Como empieces a tener en cuenta los riesgos que estás corriendo o la entidad de los demás ciclistas, estás perdido.

¿Por qué Juanjo Lobato no pudo completar un buen sprint? Ni siquiera peleó la llegada.

-Juanjo tuvo mala suerte. Durante los kilómetros finales se produjeron varias caídas. Y, aunque las libramos todas, a él siempre le tocó remontar después. Estamos hablando de dos o tres esfuerzos potentes para recuperar la posición. Conseguimos llegar al final bien situados, pero fue a costa de unos calentones que Lobato terminó pagando. Para cuando arrancó la volata, él ya estaba bastante fatigado.

¿Cuál será su segunda carrera como profesional?

-No lo sé. Desgraciadamente, la situación es la que es y nuestro calendario se ha resentido. De momento, Azanza me ha dicho que ande un poco más tranquilo estos próximos diez días, y que ya habrá tiempo luego para apretar. Las siguientes carreras del equipo son dos clásicas en Italia a principios de marzo, pero yo no correré ninguna de ellas, porque tienen un perfil bastante duro y además hay compañeros que no han debutado aún esta temporada.

Hasta finales del mes que viene no hay muchas competiciones a la vista.

-Tampoco queremos hacer muchos planes, porque ahora mismo existe incertidumbre sobre la celebración de las carreras. Si todo va bien, a finales de marzo estaré en la Coppi e Bartali o en una serie de clásicas francesas que tenemos en el programa. Y a partir de entonces espero que las cosas se acerquen un poco más a la normalidad y podamos competir de forma continuada.

"Era mi debut con los profesionales y terminé contento; ayudé a que el equipo cumpliera parte de sus objetivos"

"Hubo momentos de cierta calma en los que Lobato, a quien tenía que proteger, me presentó a gente como Nizzolo o Cavendish"

"Ahora me toca bajar un poco el pistón y preparar luego mis próximas carreras, que llegarán en torno a finales de marzo"