a idea primigenia de Josean Fernández Matxin, mánager del Emirates, era reconstruir a Fabio Aru en el Tour de Francia. El italiano lleva varias lunas apagado. Sigue así. Aru se arrugó el día de la exaltación de Alaphilippe. El sardo acumuló un retraso de más de dos minutos. En Orcières-Merlette asomó a 1:17 de Roglic. Acumula una pérdida de 3:41. La rehabilitación de Aru, campeón de la Vuelta en 2015 y segundo en el Giro del mismo año, necesitará más tiempo, si es que algún día ocurre. La pena de Aru contrasta con el gozo de Tadej Pogacar (Komenda, Eslovenia, 1998) un veinteañero que en la pasada edición de la Vuelta fue tercero además de cazar tres etapas al galope de la valentía. También se llevó el maillot blanco, el que distingue al mejor joven de la carrera. El esloveno luce la misma prenda en el Tour de Francia, cita que rastrea con ojos de curioso.

El imberbe Pogacar aprende rápido. Es una esponja. Lo demostró en la primera llegada en alto de la carrera francesa. El esloveno, muy competitivo, fue el ciclista que más se acercó a su compatriota Roglic en el nido de Orcières-Merlette. Campeón del futuro en el presente, el talento esloveno se está desvirgando en el Tour. Eso no impide a Pogacar encarar la Grande Boucle con la insolencia propia de la juventud y la capacitación de los mejores. Pogacar, poseedor de una capacidad de recuperación asombrosa según Josean Fernández, Matxin, mánager general del Emirates, apunta alto y no descarta asaltar el poder si surge la oportunidad. “Iremos día a día con él”, insiste Matxin sobre el ambicioso plan que traza el esloveno.

Para el de Basauri, la idea central es que “Tadej corra sin presión”. “Ha venido a conocer el Tour. Confiamos en él y en su talento, pero no se le puede exigir nada”. Aunque no descarta que el esloveno brille como en la Vuelta, el mánager del Emirates no quiere que su pupilo asuma responsabilidades. “Es la primera vez que hace el Tour, así que el objetivo es que disfrute con lo que hace y que aprenda. No quiero que asuma responsabilidades”, diserta Matxin sobre un ciclista al que le entusiasma codearse con la realeza. “No quiero que se obsesione con la idea del podio. Intentaremos hacerlo lo mejor posible, pero sin volvernos locos. Tiene que correr sin presión. Haga lo que haga, estará bien hecho. Tadej tiene que divertirse”, subraya el mánager del Emirates, el equipo de Pogacar.