Nadie dijo que sacar una buena nota tiene que ser aburrido. Desde luego, los alumnos de 1ª de Bachiller del colegio Ekintza (de 16 a 17 años de edad) están a punto de comprobar que la diversión es compatible con el esfuerzo y, también, con la posibilidad de obtener un sobresaliente, en este caso en la asignatura de Educación Física.
La Carrera de Primavera, prueba de diez kilómetros que se disputará el próximo 17 de marzo, será el reto que estos estudiantes tengan entre ceja y ceja durante las siguientes semanas.
Los alumnos ya fueron el año pasado pioneros en esta experiencia, muy enriquecedora, de modo que este año el colegio volverá a apostar por una iniciativa que pretende poner en valor la superación personal, pero con el foco puesto en el disfrute y la buena compañía.
“En 2023 participaron prácticamente todos nuestros alumnos, algo más de 50, exceptuando los que estaban lesionados o enfermos”, señala Julen Egaña, profesor de Educación Física del colegio.
El desempeño de los estudiantes en la carrera, y también su preparación previa, son aspectos que se evaluarán para la nota de Educación Física. Dependiendo de las capacidades de cada alumno, los profesores les asignarán metas concretas que deberán ir alcanzando.
“Prácticamente la mitad de la nota consiste en un diario que comenzaron a elaborar la semana pasada y finalizarán la semana de la carrera. Durante este periodo hay un calendario de entrenamiento que medirá su preparación”.
Todo su progreso lo irán mostrando a través de la aplicación Strava, donde se puede publicar el recorrido que se ha realizado, así como el tiempo marcado.
“Después de cada sesión de entrenamiento, cada alumno nos proporciona sus sensaciones al respecto”, apunta Irati Fernández, también profesora de Educación Física de Ekintza.
Por supuesto, los objetivos son diversos: algunos desean finalizar la distancia en un tiempo determinado, mientras que para otros completar la mitad del recorrido ya supone todo un éxito. Son los profesores, Julen e Irati, quienes definen los diferentes perfiles y las pautas a seguir.
“A algunos les cuesta, es normal. Sin embargo, a muchos de los que participaron el año pasado les ha picado el gusanillo y han seguido corriendo”, explica Fernández. En muchos casos se superaron las expectativas y se sorprendieron a ellos mismos. Vivieron lo que es el ambiente de una carrera popular.
“Irati y yo somos conscientes de que están en una edad complicada. Tienen mucha presión con los estudios, de modo que a veces el deporte pasa a un segundo plano. Por ello, nos gusta ofrecerles nuevas ilusiones, como en este caso la Carrera de Primavera. Es imprescindible que creen rutinas sanas de cara al futuro”, sostiene Egaña.
Donostia es una ciudad que ofrece muchísimas posibilidades para los runners, y además es un deporte que está en auge. Aun así, apuntarse a una carrera popular no suele ser una decisión sencilla de tomar. Egaña cree que “es importante que nosotros les ayudemos a dar el paso. A veces, por inseguridad, no es tan fácil darlo”.
“No es lo mismo salir solo, a las siete de la tarde y con frío, que experimentar el ambiente de la Carrera de Primavera, con la familia y los amigos animando entre el público. En un escenario así, la motivación aumenta exponencialmente”.
Muchas expectativas
Ioritz Maneiro, Borja Insausti y Nora Gallardo son alumnos de 1º de Bachillerato de Ekintza. Los tres correrán la Carrera de Primavera. Borja juega a fútbol, en el Vasconia, mientras que Ioritz acostumbra a ir al gimnasio. Ninguno de los dos se considera un runner, ya que se están iniciando en este mundo.
Ioritz ya está entrenando: “He empezado con una distancia de siete kilómetros y medio, para ir poco a poco”. Por su parte, Borja viene de una lesión, pero antes de sufrirla solía correr diez kilómetros sin mayores dificultades. Ambos están “muy motivados y con ganas de hacer un buen tiempo”, sin descartar que vayan a repetir la experiencia en un futuro.
En el caso de Nora, esta es su primera carrera, por lo que debe “practicar antes de que llegue el día”. Para prepararse, se ha fijado el objetivo de entrenar “más de una vez por semana”. Pese a que correr nunca ha estado entre sus aficiones, sí practica deporte en su día a día. Su preferido es el pádel.
Una experiencia bonita
Los estudiantes que corrieron el año pasado destacan que fue una iniciativa realmente gratificante. “Todo salió muy bien. Acabamos muy contentos”, relata Miren Aranjuelo. Para Iñigo Etxezarreta, una de las claves fue la gran organización desplegada por los profesores: “Teníamos objetivos personalizados y los cumplimos. Toda la clase fue capaz de terminar”.
“Muchos no se veían lo suficientemente preparados para completar los diez kilómetros, pero finalmente lo consiguieron”, indica Gorka Goicoechea.
Miren opina que “diez kilómetros es una distancia larga para alguien que nunca ha corrido”. Tanto ella como Gorka completaron la prueba en algo menos de una hora. Por su parte, Iñigo se puso una meta más ambiciosa, y la logró: “Finalicé en poco más de media hora”.
Los tres coinciden en recomendar la experiencia: “Es algo diferente, que ayuda a evadirte un poco de los estudios y los problemas cotidianos. Además, gracias a eso me apunté a la San Silvestre. Si no hubiese sido por la Carrera de Primavera, no se me habría ocurrido disputar otras pruebas populares”, concluye Miren.