Uno de los grandes deportistas guipuzcoanos de los tres últimos lustros, Ander Elosegi, se ha despedido hoy de forma oficial del deporte de elite. El palista irundarra de 35 años deja el piragüismo de competición después de una extraordinaria carrera, en la que ha disputado 4 Juegos Olímpicos, 13 Mundiales y 15 Campeonatos de Europa desde su debut en 2006 hasta su despedida este pasado año en el Mundial de Augsburgo (Alemania).

“La decisión nunca es fácil, pero es el momento adecuado. Oficialmente, dejo la competición de alto nivel. Han sido muchos años y muchos recuerdos y experiencias, en general buenas. Es una decisión firme”, ha comentado Elosegi en el acto de despedida, que ha tenido lugar en el Aquarium y en el que ha estado acompañado de familiares, amigos y piragüistas como Maialen Chourraut. Por cierto que ha habido que esperar 18 minutos hasta escuchar al protagonista del día, ya que antes han hablado Gorka Iturriaga, director de Actividad Física y Deporte del Gobierno Vasco, y Olatz Legarza, coordinadora de Basque Team, además de mostrarse un par de sencillos vídeos sobre su trayectoria.

Elosegi, de carácter discreto, se considera “afortunado” con la carrera deportiva que ha tenido: “He tenido suerte con lo que he conseguido, con la gente que ha estado a mi lado. Podría mencionar a muchos compañeros y entrenadores, pero me olvidaría a alguno. Ellos y ellas ya lo saben. Pero también hemos trabajado mucho. En el deporte, el que no trabaja tiene una carrera muy corta. Todo suma”.

El irundarra, un palista muy competitivo, rozó en dos ocasiones la medalla olímpica después de ser cuarto en Beijing 2008 y Londres 2012 -también fue octavo en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2021-, y reconoce que ahí tiene “una pequeña espina”, aunque tampoco le da muchas vueltas. “Cuando estás a ese nivel tienes esa ilusión de lograr una medalla, estuve cerca pero no pudo ser. Hubo tres que fueron mejores que yo, y ya está. Yo di lo mío. Estoy contento con el trabajo y los resultados conseguidos. Tengo esa pequeña espina, pero acabo satisfecho”.

Preguntado por si sus mejores momentos deportivos han sido esas participaciones olímpicas, la plata en el Mundial de La Seu d’Urgell de 2019 o el bronce en el Europeo de 2016, que son sus mayores éxitos deportivos, ha comentado: “No recuerdo ningún logro en especial. Si hago un poco de memoria, me vienen momentos con la gente y las anécdotas dentro del equipo. Claro que hay momentos importantes como la medalla en el Mundial, pero al final lo que se te queda grabado son esas cosas con los compañeros de equipo”.

Histórico en el olimpismo vasco

Elosegi es el único deportista vasco masculino que ha competido en cuatro Juegos Olímpicos, un logro al que no da “mucha importancia”: “Es un número, nada más. Maialen (Chourraut) también tiene cuatro y se está preparando para los quintos”. Eso sí, competir en unos Juegos Olímpicos era uno de sus sueños: “Mi madre me cuenta que cuando era pequeño le dije a mi tía que quería ir a los Juegos Olímpicos. La verdad es que yo ni me acuerdo. Supongo que ese es uno de los sueños que he cumplido, pero no pensaba ni tener esta carrera ni nada. Una vez que compites siempre quieres más, por ejemplo estuve cerca del oro en el Mundial, pero estoy muy contento”.

Reconoce que tenía la decisión tomada “desde hace unos meses”, una vez disputado el Mundial de 2022 en Augsburgo (Alemania). “Vi que esto acababa. No me veía preparando los próximos Juegos Olímpicos. Siempre es duro tomar la decisión porque llevo más de 20 años en esto. El año pasado ya me costó ir a entrenar. Te sigue gustando, disfrutas encima de la piragua, pero te cuesta más ir a entrenar, ves a los jóvenes a tope y piensas que te gustaría tener esas ganas de comerte el mundo. No es un momento concreto, sino un proceso”, ha explicado, y ha agradecido “el apoyo y cariño” que está recibiendo en los últimos días.

Elosegi ha recordado con cariño sus “primeros pasos en Santiagotarrak”, el club con el que se inició en el piragüismo: “Al principio era un pasatiempo. Iba a pasármelo bien, pero cada día aprendía cosas nuevas y mejoraba. Tengo muy buenos recuerdos”. El irundarra quiere ahora tomarse un tiempo de tranquilidad, aunque es probable que, de una u otra manera, siga vinculado con su deporte: “No sé qué relación tendré con el piragüismo. Es una gran parte de mi vida. Se está haciendo un buen trabajo con los jóvenes y, si me piden ayudar y puedo colaborar en futuros proyectos, voy a estar ahí para lo que se me necesite”.