La marca a batir era de 10 minutos, 44 segundos y 6 centésimas, establecida por un cuarteto australiano compuesto por Gunningham, McLean, Reeves y Cameron, conseguida el pasado 8 de enero en Brisbane. Un récord que apenas ha tenido una vigencia de cinco meses. Cuatro donostiarras son los culpables. El Miniestadio de Anoeta se convirtió este domingo en el escenario de dicha gesta. El cuarteto formado por Rafa Ferrer, Gorka Ruiz Cabestany, Fidel Mujika y César Pérez paró el crono en 10’19’’89. Los cuatro atletas con 65 años a sus espaldas, lo que convierte el hecho en hazaña. Y más teniendo en cuenta que dos horas antes, uno de los integrantes de este grupo, en concreto César Pérez, había batido el récord de España de 3.000 metros que estaba en posesión de Jaime López de Egea (10’14’’05), dejándolo en 10’11’’99.

“Estaba convencido de que lo podíamos hacer porque, individualmente, los cuatro corremos por debajo de la media en la que estaba la anterior marca”, sostiene César Pérez. “Evidentemente, hasta que no cruzas la línea nunca estás seguro. Se te puede caer el testigo, te puede dar un tirón, o un día antes, uno de los cuatro nos podíamos haber lesionado, pero en unas condiciones normales, lo lógico era que se pudiera hacer”, confiesa este apasionado del atletismo. “Era una idea que teníamos desde que vimos ese récord. Pensamos que podía estar a nuestro alcance. Lo estuvimos preparando, cada uno con su entrenador”, explica César Pérez. La Federación Guipuzcoana puso la prueba para el día 12 de junio y “aprovechando que estábamos todos bien, sin lesiones, fuimos a por ello y lo conseguimos”, respira.

El primero en salir fue Rafa Ferrer, luego Gorka Ruiz Cabestany, más tarde Fidel Mujika y en cuarto lugar uno de los protagonistas de esta historia de superación como es César Pérez. “Me lo dieron todo hecho. Me lo dejaron con unos 10-12 segundos’’ por debajo y lo único que hice fue rematar y salir en la foto de la llegada”, como quitándose importancia. La media de la anterior marca estaba situada en 2’41’’. César y sus compañeros de cuarteto la bajaron a 2’35’’. “Cada uno de nosotros estuvimos en nuestra marcas”, aclara. Al cruzar la línea de meta y confirmarse la nueva plusmarca se montó una pequeña fiesta entre los protagonistas y sus familiares. “Nos habían invitado a una prueba en Calviá, Mallorca, pero decidimos quedarnos aquí y sentir el apoyo de nuestros familiares”, sostiene.

“La ilusión sigue intacta”

Diecisiete años después de su participación en el Mundial de Veteranos que tuvo lugar en Donostia, César Pérez sigue disfrutando del atletismo. “La ilusión sigue siendo la misma. Hombre, cada vez más cansado, te das cuenta que el cuerpo empieza a pedirte tregua, pero la ilusión es lo último que se pierde”, considera. “En cada categoría las ilusiones son nuevas, al igual que las motivaciones”, asegura. Eran “muchas las ilusiones” que tenía depositadas en esta temporada, pero “me está resultando un poco complicada”, asiente, porque “cada vez las temporadas son muy cortas”, lamenta. De cara al futuro, César está pensando en el Campeonato de España de Tenerife, en concreto en Arona, donde participará en dos pruebas, los 2.000 metros obstáculos y los 1.500 metros.

Más tarde, “según me encuentre y las sensaciones que tenga”, decidirá si participa en el Mundial de Tampere (Finlandia), que tendrá lugar el 8 de julio.