- “Creo que nos falta un poco de ritmo; Checo ni siquiera está en la Q3”. Palabras alarmantes de Max Verstappen, que defenderá una ventaja de 14 puntos desde el liderato del Mundial en la penúltima carrera del año, el Gran Premio de Catar.

El neerlandés saldrá desde la segunda pintura con su Red Bull, por detrás de Lewis Hamilton, que logró la pole -cuarta del año y la 102 en la F-1-, y justo por delante del otro Mercedes, Valtteri Bottas. Una situación complicada a nivel de velocidad, dado que Hamilton rodó 455 milésimas más rápido, y también porque Mad Max no podrá contar esta vez con el respaldo de su escudero, Sergio Pérez, que arrancará undécimo como claro síntoma de la inferioridad de los monoplazas energéticos que llegan en tendencia descendente tras la abrumadora victoria de Hamilton en la cita previa. “Tenemos dos coches contra Max, así que espero que podamos hacer algo”, declaró Bottas, que se quedó a 651 milésimas del mejor crono.

Verstappen, mientras, transmitió sensaciones derrotistas. No espera poder competir de tú a tú con Hamilton: “Esto demuestra que estamos en dificultades un poco más de lo normal. Pero, no obstante, igual logramos el segundo lugar, así que todo está en juego, por supuesto”.

La primera gran sorpresa de la parrilla, más allá de la posición de Pérez, es la quinta plaza de Fernando Alonso. “No veo posible un podio; el Top 5 sería bueno y pasar a Gasly, la meta”, expresó el asturiano, que partirá a la zaga del AlphaTauri. Alonso deberá tener un ojo puesto en el retrovisor, por la amenaza de Norris, sexto, y de Carlos Sainz, que partirá séptimo en su lucha en este tramo final por batir en la clasificación general a su compañero de Ferrari, Leclerc, que saldrá decimotercero. El madrileño es séptimo, con 139,5 puntos, por los 148 del monegasco.