a mirada guipuzcoana al campo amateur del ciclismo ofrece un goteo constante de nombres susceptibles de alimentar el pelotón profesional. Este año le ha tocado dar el salto a Xabier Mikel Azparren (Euskaltel-Euskadi), quien fuera un exponente más de la saga de candidatos que integran los ya veteranos Oier Ibarguren y Mikel Mujika (filial del Caja Rural), el sólido Unai Iribar, el prometedor Xabier Berasategi (ambos del Laboral Kutxa) o el compañero de estos Xabier Isasa, un urretxuarra de solo 19 años que mañana encarará en la Aiztondo Klasika su segunda experiencia en una prueba de la Copa de España.
La primera data del pasado octubre, en el Memorial Valenciaga, cuya subida final a Arrate inició escapado con el mencionado Azparren y con Jon Barrenetxea, promocionado por el propio Caja Rural. Isasa sorprende cuando recuerda que aquella actuación la completó sin estar en plenitud. “Había empezado ya el curso universitario (estudia IVEF) y no había entrenado mucho el fondo. En las carreras del Euskaldun y del Lehendakari, más cortas, había andado bien. Pero la carrera de Eibar era larga y yo ya sabía que me iba a descolgar. ¿Si habría aguantado con ellos teniendo la forma del verano? Hasta arriba no. Pero seguramente me habría quedado un poco más tarde”.
Las cosas han cambiado de cara a la presente temporada, empezando por el equipo de Isasa, quien ha fichado por el Laboral Kutxa tras iniciar el pasado curso con el Grupo Eulen. “Estoy muy a gusto. Conocía a la mayoría de mis compañeros y ya tenía una buena relación con todos, igual que con el director deportivo Ion Lazkano. Además, Jorge Azanza, que ahora es mi preparador, me está llevando súper bien. Es muy sincero. Te dice las cosas tal y como vienen, a la cara”, expone el urretxuarra, quien siente en el cuerpo un punto de mejoría respecto a 2020. “Creo que estoy ganando en resistencia”, dice sobre un factor que pudo faltarle en el citado Valenciaga.
Puestos a comparar aquella cita con la Aiztondo Klasika, Xabier indica que “quizás” se le dé mejor la prueba eibartarra, “sobre todo con su recorrido del año pasado, porque tiene subidas largas y de desgaste”. “El trazado de Aiztondo, mientras, es mucho más explosivo, y la colocación juega ahí un papel fundamental. Sobre el papel me vendría algo peor, pero yo creo que estoy capacitado para hacer un muy buen papel”, agrega. Hasta la fecha, sus sensaciones son “bastante buenas”. “Estuve delante en el Essor Basque. La de Zumaia es una carrera para velocistas. Y en Colindres tuvimos que quemar a todo el equipo para poder jugar la baza de algún compañero”, enumera sobre las carreras disputadas este año.
Sobre lo que espera mañana, Isasa vaticina que la subida a Zizurkil por una pista rural en la última vuelta de la Aiztondo Klasika (un kilómetro al 10%) “terminará de romper el pelotón, si es que llega ahí un grupo grande”. “Habrá que alcanzar con fuerzas el pie de la subida”, resume el de Urretxu.
Recién fichado por el Laboral Kutxa, explica que está ganando “en resistencia” y que se siente capacitado para figurar mañana
El año pasado, en su primera temporada como sub-23, destacó durante el verano e inició en fuga, en octubre, la subida final del Valenciaga