donostia - El Delteco Gipuzkoa Basket vuelve a ser colíder de la LEB Oro después de aprovecharse de la derrota del Valladolid en A Coruña y de superar por 76-63 al Oviedo en el Gasca, donde el conjunto entrenado por Marcelo Nicola está construyendo un fortín que puede resultar decisivo en la lucha por el ascenso. Sufrió en los dos primeros cuartos el cuadro guipuzcoano, que sin embargo sacó a relucir su mejor versión en el tercero y mantuvo la renta en el cuarto para sacar adelante un partido más difícil de lo que indica el holgado marcador final.

Estaba sufriendo el Delteco GB. Notaba la baja de sus dos bases, Reed Timmer y Mikel Uriz, y su ataque era demasiado desordenado. Además, la defensa no estaba a la altura de otras ocasiones, lo que significó ir hasta el descanso siempre a remolque. La desventaja llegó a ser de doce puntos (25-37), lo cual empezaba a ser ya peligroso. El Oviedo estaba demasiado cómodo y los locales no encontraban su juego más allá de los chispazos del de siempre, Johnny Dee, y de la irrupción de Sango Niang, que en su debut demostró más capacidad anotadora que dirección de juego. Sollazzo, con un par de acciones individuales, y Olaizola, con una canasta tras rebote ofensivo, al menos minimizaron daños al descanso: 33-41.

Nombres propios Fue en la reanudación cuando el Delteco GB fue ese equipo al que el público del Gasca se ha acostumbrado. Duro atrás, intenso, con un ritmo brutal y con muchas alternativas en ataque. Varios fueron los nombres propios en un tercer cuarto espectacular. El primero, Xabi Oroz, el capitán, que fue el líder en defensa. Su capacidad para abarcar campo es impresionante. Hasta siete balones robó el azkoitiarra. Cuando rompe a sudar, el base rival ya sabe que va a tener una tarde difícil. Salvo en el tiro, donde sigue flaqueando, aporta tanto en otras facetas del juego que se ha convertido en imprescindible. Junto a él, fue clave Mikel Motos, autor de nueve puntos en el tercer cuarto que sirvieron para romper el partido y pasar del citado 33-41 al 62-51. Pero también sumó su habitual ración de puntos Dee, una amenaza constante, y a ellos se unió Rozitis, dominando con su altura las zonas. A sus compañeros a veces les cuesta encontrar al pívot, pero cuando lo hacen, el letón marca diferencias. En diez minutos metió otros tantos puntos. Fue el cuarto factor diferencial.

Así que del amenazante 33-41 se pasó a un 62-51 que dejaba el encuentro ya decidido, sobre todo teniendo en cuenta que el Oviedo quedó muy tocado y ya no pudo reaccionar. El Delteco GB se siente fuerte en el Gasca y ayer lo volvió a demostrar. Cuando aprieta atrás el rival sufre, y su calidad en ataque hace que, de una manera u otra, los puntos lleguen. Y eso sin Timmer y Uriz. Pero es que incluso sin ellos Nicola tiene mucho donde elegir. Vuelve a estar arriba el cuadro guipuzcoano antes de afrontar un tramo clave del curso, ya que el domingo visita al Palencia, con el que está igualado, cierra el año recibiendo al Alicante y abre 2020 en cancha del otro colíder, el Valladolid. Esto se pone serio.