eibar - Semana grande para el Eibar. El mismo equipo que en el descanso ante el Sevilla, el pasado jueves, parecía muy tocado, con un 0-2 en contra y totalmente a merced de su rival, es ahora un conjunto reforzado, en alza y que ha experimentado un enorme impulso después de sumar seis puntos en apenas cuatro días. A su increíble remontada frente al cuadro andaluz unió ayer su segunda victoria consecutiva al batir por 2-0 al Celta después de la que probablemente haya sido su mejor actuación de la temporada. Puede decirse que este Eibar ya se parece al Eibar construido por Mendilibar durante estos últimos años: duro atrás, batallador, que aprieta a su rival con una presión asfixiante en campo contrario y contundente arriba. El Eibar de siempre ha vuelto y todos los rivales están avisados: pese a perder a grandes jugadores un verano más, va a volver a ser un conjunto tremendamente difícil de batir.

Lo sufrió ayer en sus carnes el Celta, a merced de un Eibar muy intenso durante los 90 minutos, que no dio tregua a los de Fran Escribá y que impuso su ritmo. Mendilibar apostó esta vez por De Blasis como lateral derecho -buscando la profundidad que el argentino le había dado al equipo en el segundo tiempo ante el Sevilla- y por tres centrocampistas, con Sergio Álvarez como pivote único y Escalante y Edu Expósito actuando como interiores. Arriba la referencia fue Kike García y las bandas las ocuparon Orellana e Inui. Desde el principio se vio que el plan le funcionó al técnico armero, ya que se vio a un Eibar duro, intenso, que no dio ninguna opción a un Celta que apenas apareció por el área de Dmitrovic. Kike García remató mal un centro de Inui en el minuto 13 en la única ocasión durante la primera media hora, ya que a los locales, pese a todo, les costaba crear peligro.

El asedio azulgrana fue total durante el último cuarto de hora del primer tiempo. Los centros volaban sobre el área del Celta. Inui, Orellana, de nuevo el japonés, luego Cote... no paraba de intentarlo el Eibar, liderado por el extremo chileno, que estuvo a punto de marcar en dos ocasiones de córner directo, pero le faltaba el toque final, ese punto de inspiración, ese gol que confirmara la superioridad que mostraba sobre el césped. El gol que abrió el triunfo se resistió durante todo el primer tiempo, pero llegó nada más empezar el segundo. Y qué golazo. Lo firmó Edu Expósito. El centrocampista fichado este verano procedente del Deportivo de la Coruña recibió un pase de De Blasis y, dentro del área, batió a Rubén con una sutil vaselina. Mucha calidad. El tanto sirvió para coger la delantera en el marcador y para que el Eibar se desatara ya de forma definitiva y se exhibiera desde ese momento hasta el final del choque. El conjunto local, ante el delirio de Ipurua, se exhibió y atropelló a un Celta muy tocado.

El VAR anuló en el minuto 58, por mano de De Blasis en el inicio de la jugada -el extremo reconvertido a lateral estuvo en todas-, el gol de Inui tras centro de Orellana. Le duró muy poco el disgusto al Eibar, que apenas dos minutos después sí logró el 2-0. Inui, en su mejor encuentro desde que regresó a la disciplina armera, robó el balón a Aidoo, muy inocente en la salida de balón, y pasó a Orellana, que, en una demostración de sangre fría, controló en el área, regateó a Rubén, esperó a que los defensas del Celta se tiraran al suelo a la desesperada y marcó a puerta vacía.

Con dos tantos de ventaja, ya no se le escapaba la segunda victoria consecutiva al Eibar, básicamente porque el Celta ni llegaba. El despliegue físico fue tan elevado que Kike García, exhausto, tuvo que pedir el cambio en el minuto 77. La guinda a la fiesta la puso Dmitrovic, que detuvo un penalti lanzado a lo Panenka por Iago Aspas en el minuto 93. Fiesta en Ipurua, que disfrutó a la grande. El Eibar está de vuelta.

El Eibar visitará el próximo viernes (21.00 horas) al Betis, que suma ocho puntos en las siete primeras jornadas y que viene de ser goleado por 5-1 en su partido ante el Villarreal.