Poderoso caballero
fútbol la inversión en la premier league se convierte en hito, con cuatro finalistas europeos del mismo país
donostia - En pleno debate sobre la desanexión del Reino Unido de Europa, Inglaterra se hace amo y señor del fútbol europeo con cuatro equipos de la Premier League finalistas de las dos máximas competiciones del Viejo Continente. Jamás cuatro equipos de un mismo país han protagonizado los desenlaces de la Champions League (Liverpool-Tottenham; 1 de junio en Madrid) y la Europa League (Chelsea-Arsenal; 29 de mayo en Bakú) -o las extintas Copa de Europa y UEFA- en la misma temporada. El potencial económico se ha transformado en hegemonía deportiva. Ese músculo financiero ha permitido a los clubes ingleses ser los mayores inversores en contrataciones, capaces de retener el talento y a la vez certeros en la gestión deportiva -nivel táctico, formativo...-.
La Premier League es la liga más rica del mundo. Según la consultora Deloitte y su estudio más reciente elaborado con los datos de la temporada 2017-18, los ingresos de la liga inglesa fueron de 5.560 millones de euros, seguida por la Bundesliga (3.690), LaLiga (3.600), la Serie A (2.280) y la Ligue 1 (1.180). No es casual que seis de los diez clubes con mayores ingresos sean ingleses, y que cuatro de ellos sean los que jugarán las finales europeas; si bien, concretamente son los cuatro últimos equipos del Top 10: Liverpool (513), Chelsea (505), Arsenal (439) y Tottenham (428) en un ranking que encabeza el Real Madrid (750). El fútbol inglés juega más boletos que el resto de ligas en las aspiraciones por alcanzar títulos. Esta campaña se ha cantado el bingo.
La venta de los derechos de retransmisión de los partidos es la principal responsable de esta brecha económica. En 2018, la Premier repartió entre sus clubes casi 2.800 millones de euros; en LaLiga fueron unos 1.300.
El dinero por sí mismo no es sinónimo de éxito, pero sí lo aproxima. Y más cuando no se cesa en la inversión. Pogba, Van Dijk, Arrizabalaga... fueron fichajes históricos por su precio, pero también, a través del gasto, se ha elevado el nivel de la clase media, que a su vez hace atractiva la competición y obliga a los favoritos a perfeccionar el juego y seguir gastando.
reclutar talento Esta diferencia económica, además de reclutar talento y protegerlo, ha permitido desarrollar aspectos técnicos, formativos o a nivel de ojeo. La selección inglesa, por ejemplo, ha progresado: la absoluta alcanzó las semifinales del Mundial de Rusia -no lo hacía desde 1990- y la Liga de las Naciones y la sub’20 se proclamaron campeonas del Mundo en 2017.
A nivel táctico también se importa. Fe de ello dan los técnicos de los finalistas, ninguno autóctono: el alemán Jürgen Klopp (Liverpool), el argentino Mauricio Pochettino (Tottenham), el italiano Maurizio Sarri (Chelsea) y el guipuzcoano Unai Emery (Arsenal). En definitiva, toda la bonanza que brinda el dinero, aunque ha tardado, se ha plasmado en éxito.