donostia - Mikel Landa comienza la temporada cuesta arriba. Con un repecho inesperado. Una rampa que no aparecía en el libro de ruta del ciclista de Murgia a estas alturas del año. Una montonera inesperada en el descorche del curso en la Challenge de Mallorca acabó con Landa por los suelos. El del Movistar se retorció del dolor y los malos pronósticos se cumplieron en un hospital a las afueras de Palma, donde fue trasladado en ambulancia. Y las pruebas radiológicas a las que fue sometido confirmaron la lesión. Su primera jornada de competición de 2019 se saldó con la clavícula derecha rota.

Fue a quince kilómetros para la meta del trofeo Ses Salines-Puig de Sant Salvador, inicio de la prueba balear. Landa será trasladado hoy a su casa y pasará por el quirófano en las próximas 48 horas para soldar la rotura. Si se quiere ver el vaso medio lleno, si uno se tiene que lesionar, quizás sea mejor que sea cuanto antes, con toda la temporada ciclista por delante. Además, este tipo de lesión no impedirá que el de Murgia comience a hacer rodillo en breve, una vez que los médicos solucionen la rotura. Con el Giro y el Tour en la mente de Landa para esta temporada, parece que el ciclista de Movistar no termina de dejar atrás los percances que sufrió en 2018. El primero tuvo lugar en la ronda gala, en la temida etapa de los pavés. Fue camino a Roubaix. Landa se estampó contra el suelo en una extraña caída, en una isla sin pavés, en el asfalto. Se dañó el hombro derecho -el mismo que se ha lastimado ahora- y la cadera. Pero el alavés salió más o menos indemne. El dolor fue una constante desde entonces en la grande boucle, pero Landa logró llegar a los Campos Elíseos.

Peor le fue en la clásica de San Sebastián. Se rompió dos costillas y una vértebra en una severa caída. El de Murgia se volcó en su recuperación para intentar estar en la pasada Vuelta a España, pero con poco más de dos semanas de margen para recuperarse, su presencia en la salida de Málaga fue imposible. Al golpetazo que sufrió en la clásica donostiarra, se le sumó la caída que padeció en el Tour y que dejó más secuelas en Landa que las detectadas durante la prueba francesa. Una agonía que se repitió en octubre, cuando el del Movistar regresó a la competición tras caer en Donostia. La mala suerte se le volvió a cruzar en el Gran Premio Beghelli, donde Landa abandonó por precaución tras dañarse la espalda y las costillas.

bizkarra también se daña El percance que Landa sufrió en la Challenge de Mallorca también afecto al Euskadi Murias de lleno. Pero el más afectado fue Mikel Bizkarra, con contusiones en el codo y la muñeca de la que se dolía especialmente. El escalador fue trasladado al Hospital Clinic Balear de Palma para evaluar su estado físico. El parte médico no confirmó fracturas, aunque abandonó el centro con una férula en su brazo derecho. Ahora Bizkarra deberá guardar reposo y se perderá la siguiente carrera que tenía en su calendario: la Volta a la Comunitat Valenciana. La próxima semana se someterá a nuevas pruebas para descartar lesiones en el escafoides y la cabeza del radio.

“La caída ha sido en una recta que picaba hacia abajo y a mucha velocidad. He visto que caían corredores delante de mí, he frenado, y me han dado por detrás. Me dolía la muñeca. He intentado seguir en bici y hacer los últimos kilómetros, pero no podía apoyar bien”, señaló Bizkarra.