PAMPLONA - Elezkano II y Rezusta sacaron el rodillo ayer en un desangelado Labrit para pasar por encima de Olaizola II-Imaz, sin acierto y muy fallones.

La pareja de Aspe recordó a la que dominó gran parte del pasado campeonato Parejas que terminaron perdiendo en la final ante Ezkurdia-Zabaleta. Se mostraron seguros, sin apenas errores y con un Rezusta mandón y un Elezkano que terminaba todo en ataque.

En las antípodas encontraron a una pareja colorada que también alcanzó las semifinales del pasado campeonato por binomios, pero que no tuvieron su día. Mientras Imaz encajaba demasiados saques -hasta seis, tres de ellos consecutivos-, Aimar se encontraba con el colchón inferior en unos remates que, de normal, son milimétricos.

Desde el comienzo de la semifinal la dupla azul mandó tanto en juego como en el marcador. Rezusta ponía lejos del frontis a Imaz, que tan solo se pudo rebelar en el 2-4, cuando llegó a mandar una pelota muy cerca del rebote. Sin embargo esto fue solo un espejismo, ya que pronto, en el tanto 6, el zaguero de Oiartzun encajaba su primer saque.

Tras este error, enviando la pelota abajo, el de Asegarce no volvió a gozar en el partido de un dominio que llevó en todo momento la zurda de un Beñat Rezusta que hacía que Elezkano disfrutase de pelota franca para el remate.

En los cuadros delanteros, el de Zaratamo movió a Aimar como quiso. Terminó siete tantos, la mayoría por pared con un pelotazo de aire poderoso, y se mostró solvente en defensa, rayando la perfección en su actuación general.

Tan solo un atisbo de reacción vino en los tres tantos consecutivos que consiguieron colorados en un par de chispazos de Olaizola y un fallo de Rezusta -del 3-12 al 6-12-, pero solo fue un espejismo y azules no dieron opción.

Con esta victoria, los de Aspe alcanzan la final del Navarra Arena y lucharán además de por el título del Masters por un suculento premio de 3.000 euros.