Donostia - El calendario veraniego es una tortura para los primeros espadas de la pelota a mano profesional. Manistas como Jokin Altuna o Aimar Olaizola viven atados al día a día, porque apenas disponen de tiempo para recuperarse entre los partidos y muchas veces les toca ir con lo puesto al frontón. En ese caso, la clase y las vísceras mandan y acaban marcando el destino de los pelotaris. Con respecto al delantero goizuetarra, la falta de tiempo se convierte en un verdadero problema cuando entra en juego la necesidad de reinventarse. Y es que el puntillero se vestirá mañana por primera vez de blanco en un trinkete. La baja de Mikel Urrutikoetxea por un proceso vírico abrió las puertas del Masters de Baiona al experimentado navarro, que compartirá gerriko con Peio Larralde ante Waltary-Guinchandut en el Moderno. La segunda semifinal se disputará el jueves entre Ospital-Ducassou y Etchegaray-Bixintxo Bilbao. En caso de que Aimar triunfe mañana, disputará la final en el escenario de cristal el domingo en horario matinal. Debido a ello, Asegarce solamente le ha cerrado dos compromisos más en pared izquierda esta semana: jugó ayer en Errenteria y volverá a la actividad el viernes en Huércanos.

Si bien será la primera vez del goizuetarra en la modalidad, el manista se está desplazando en la medida de lo posible al Moderno de Baiona para ejercitarse y lograr amoldarse a un terreno desconocido. Durante la semana de la feria de San Fermín, cuando se anunció que iba a tomar el puesto de Urrutikoetxea, acudió en dos ocasiones a ensayar, cuestión complicada dada la agenda de partidos del goizuetarra, que disputó tres en cinco días. “Será la primera vez que juegue a trinkete. Me hace mucha ilusión que hayan contado conmigo para el Masters. He entrenado varias veces en Baiona y me estoy encontrando mejor de lo que me esperaba en un principio”, desvela el puntillero de Goizueta, quien ayer estuvo acompañado en el escenario lapurtarra de Larralde, Waltary y Guinchandut -los dos últimos, rivales en la semifinal de mañana-. “Teniendo en cuenta el nivel que hay en Iparralde, todo será distinto cuando me vista de blanco”, agrega Olaizola II.

El veterano compartirá gerriko con Peio Larralde, uno de los más determinantes del cuadro. El de Hazparne ganó su segundo título del Individual en febrero en Baiona a Ospital (40-18) y debería ser el faro en la cancha. “Se trata de un compañero muy bueno. Larralde es el mejor delantero y sé que me va a ayudar muchísimo. Tengo ganas de jugar”, considera Olaizola II, que vivirá en sus carnes el trasvase de la delantera a la zaga. “Además, cambian muchísimo todos los aspectos del juego del frontón de pared izquierda al trinkete. Para empezar, las medidas del frontón y el material son muy distintos. A pesar de ello, pensaba que me iba a encontrar peor, pero poco a poco voy mejorando”, remacha Aimar. Si ganara el cetro, atravesaría su enésima frontera.