PAMPLONA - Ilusión fue la palabra más repetida ayer en el Labrit. Y es que los cuatro pelotaris que ayer eligieron los cueros para disputar la final del Parejas de Promoción (sábado, 18.00 horas) llegan a la cita con el anhelo de conseguir una preciada txapela.

Ilusión tiene Asier Agirre por conseguir otro nuevo título tras el del Cuatro y Medio, después dos años y medio en profesionales en los que no ha podido tener demasiada continuidad por las lesiones. El mismo sentimiento que su compañero, Diego Iturriaga y su pueblo, Sartaguda, que se volcará -al igual que Lodosa- para animar a uno de los pocos pelotaris de la zona que ha llegado a profesional. Orgulloso Diego, que al fin ha conseguido entrar en la final tras dos años quedándose a las puertas.

Ilusión es lo que siente también Peio Etxeberria, cuyo paso por la elite está siendo fugaz, y es que apenas seis meses después de su debut ya luchará por su primera txapela como profesional. Su zaguero, Jon Jaunarena, le acompañará seis años después de la final del Parejas en la que salió campeón actuando como delantero, posición que abandonó hace dos años.

En la elección, ningún problema. La pareja colorada eligió pelotas de 105,1; 105,8 y 106,7 gramos, mientras que las de los azules mostraron un peso de 105,4; 106,4 y 105,1 gramos.

Agirre ya se encuentra “bien” de los problemas que le dejaron aparte en la última jornada de semifinales. “Tenía unas molestias y dejé el partido un poco por guardarme porque estábamos clasificados. El otro día estuve entrenando bien, sin problemas”, explicó.

“Hemos encontrado las pelotas que buscábamos”, comentó, por su parte, Iturriaga. “Que anden por abajo y que no cojan mucho bote”, definió. El de Sartaguda aseguró que se encuentra “muy tranquilo”, aunque el día del partido pasará “un poco de nervios, lo normal”.

Debutante en un partido por la txapela será también Peio Etxeberria, que se mostró contento por las pelotas escogidas. “Son bonitas las seis, hay dos nuestras que son un poco más pesadas y una más ligera y dos de ellos que son más bajas y una bastante más ligera”, razonó, a la vez que afirmó que no tiene nervios.

Jon Jaunarena no cree que la experiencia juegue a su favor. “Sí, he vivido el ambiente pero aquel año jugué de delantero, ahora jugaré de zaguero y es totalmente diferente”, destacó.

Los cuatro navarros se jugarán la txapela del Parejas de Promoción el sábado en un Labrit hasta la bandera, la bandera de la ilusión que portarán ellos.