donostia - Sergio García vivió con normalidad su estreno como técnico en la Liga ACB. El donostiarra asumió el papel de Porfi Fisac, que no pudo acudir al partido por las fuertes migrañas que sufría, y dirigió al Delteco GBC en el partido ante el Tecnyconta Zaragoza. “Fue un día diferente, pero es algo anecdótico, no me lo tomo como un debut. Me tocó otro rol porque el entrenador estaba enfermo. Me quedo con que no ganamos”.
Sergio García, de 35 años y que ya fue ayudante de Fisac en el Palencia de LEB Oro y luego entrenador jefe del equipo palentino, contó ayer que Fisac “ya se encontraba mal” y que no fue a la sesión de vídeo y tiro que hizo el equipo el domingo por la mañana: “A las cuatro de la tarde ya nos confirmó que no se encontraba en condiciones de venir al partido. Nos dijo que tomáramos nuestras propias decisiones, luego hablamos y nos apoya al 100% con lo que hicimos. Nos dijo que hicimos un buen trabajo y que fue una pena la derrota”.
El mensaje de Sergio García a la plantilla fue claro: “Les recordamos algo que ya saben, que los protagonistas son ellos. Al final, hacemos un trabajo durante la semana y hay un plan de partido con un par de variantes por si algo sale mal. Antes del partido recordamos los detalles”.
En un partido con una anotación muy alta (94-99), la diferencia la marcó Gary Neal, un jugador con muchísimo talento: “Les da otro nivel. Cambiamos defensas, intentamos de todo, pero es una evidencia que no fuimos capaces de frenarlo. Los dos equipos tuvimos bastante nivel de acierto, pero ellos más continuo, porque nosotros tuvimos doce minutos malos”.
Las dos derrotas consecutivas en Illunbe han rebajado las expectativas, pero el margen sobre el descenso sigue siendo cómodo, ya que el GBC aventaja en cuatro triunfos al Betis y al Joventut. Sergio García pone los pies en el suelo: “Nos habíamos malacostumbrado. Perder con el Gran Canaria entra dentro de la lógica, con el Zaragoza sí que teníamos esperanzas. No vamos mal, estamos con cuatro de diferencia. Hay que ser positivos y realistas. Dentro del grupo sabemos lo que somos”. El objetivo es claro: “No vamos a fustigarnos por perder ni celebrar en exceso por ganar. Ahora, a por el siguiente. Hay que sacar cuatro victorias más”.