Si Aitor Zubizarreta hubiera escrito un guion de cómo quería que fuera el doble debut del pasado domingo -tanto el suyo propio como el del equipo, el Sammic ISB- en la LEB Oro, probablemente no hubiera diferido mucho de lo que sucedió en realidad: victoria por la mínima en Azpeitia ante uno de los equipos fuertes de la categoría, el Leyma Coruña, y con triple decisivo del propio Zubizarreta. Fue sin duda el estreno soñado de un jugador formado en la cantera del Iraurgi -es el hijo del alma máter del club, Xubi- y que ha vuelto a casa después de cuatro años en Estados Unidos y en calidad de cedido por el Bilbao Basket, que este pasado verano lo fichó para las próximas tres temporadas, con opción a dos más.

“Sí, fue especial”, reconoce el propio Zubizarreta en conversación telefónica tras entrenar con el Bilbao Basket. Y es que el base-escolta azpeitiarra alterna durante la semana el trabajo con el conjunto vizcaino y con el Sammic: “Estoy contento sobre todo por la victoria, pero también por el triple”. Una canasta que anotó a 39 segundos del final, que supuso el 72-71 a la postre definitivo y que recuerda así: “Gaizka (Maiza) penetró muy bien, me buscó en la esquina y era un tiro abierto de tres que tenía que tomar. Por suerte, entró”.

Fue el colofón a una actuación saldada con trece puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias en el que era su estreno en la LEB Oro -aunque no en el baloncesto profesional, ya que antes de irse a Estados Unidos ya había debutado en la LEB Plata con el Iraurgi-. “Estaba un poco nervioso porque volvía a casa y porque la gente tenía ganas de verme después de cuatro años”, reconoce el azpeitiarra, “pero al final es baloncesto, que es lo que llevo haciendo toda la vida. Me sentí como cuando era junior, jugando en el mismo pabellón donde llevo haciéndolo desde pequeño. Había mucha gente conocida en las gradas y estoy contento de haber jugado minutos importantes y de haber visto feliz a la afición”.

Zubizarreta demostró en los 25 minutos que estuvo en cancha que se trata de un jugador muy completo, capaz de jugar sin problemas de base o de escolta: “Al final lo que quiero es ganar. Si un día toca defender más y contribuir menos en ataque, lo haré. No me enfoco solo en un aspecto del juego, sino en hacer lo que toque y lo que me diga Lolo Encinas”.

“preparados para la leb oro” Si el debut fue alegre para Aitor Zubizarreta, la misma sensación puede extrapolarse a todo el equipo, ya que el Sammic ISB se estrena en la categoría con la plantilla más barata y siendo consciente de que deberá sufrir para lograr la salvación. “Sabemos que todos los partidos van a ser muy complicados. Nuestra mentalidad es que cada partido es como una final y si ganamos, lo celebraremos como tal. La verdad es que nos ha dado tranquilidad debutar en casa en la LEB Oro con victoria y contra un equipo fuerte con jugadores como Sonseca, Jorge Sanz, Flis, Cooney...”.

Frente a plantillas que se permiten estos lujos en una categoría que ha subido el nivel este año, el Sammic presenta un equipo con acento guipuzcoano -Aitor Zubizarreta, Gaizka Maiza, Ibon Guridi y Ander García- y fichajes interesantes como Bulic, Galarreta o Kaminski. Este último fue otro de los protagonistas del primer triunfo anotando cuatro triples.

“Nuestra idea es darlo todo los 40 minutos. Por ahora seguro que no nos conocen mucho, pero tenemos calidad para la LEB Oro”, dice el azpeitiarra antes de explicar lo que les pide el entrenador, Lolo Encinas: “Quiere que juguemos alegre y rápido, que nos soltemos en la cancha y hagamos nuestro baloncesto: defender a tope, salir corriendo y conectar con la grada. Además, Lolo quiere que seamos una familia dentro y fuera de la cancha, ayudarnos entre nosotros”.

una temporada intensa Lo cierto es que a Zubizarreta le espera un curso de lo más intenso. Aunque los planes semanales suelen variar, en principio entrena lunes y martes en sesiones dobles con el Bilbao Basket, los miércoles con el Sammic ISB y los jueves por la mañana de nuevo con el Bilbao Basket, para volver a Azpeitia los jueves por la tarde y preparar el partido del fin de semana: “Lo llevo bien por ahora. Son 45 o 50 minutos en coche. Es un viaje cómodo”.