donostia - El Gipuzkoa Basket despidió de forma “improcedente” a David Doblas, según la sentencia emitida por la jueza del Juzgado de lo Social de Donostia y a la que ha tenido acceso este periódico. El excapitán había demandado al club por el dinero adeudado durante varias temporadas (desde la 2012-13) y por despido improcedente después de que se presentara el pasado 29 de agosto en el Gasca con la intención de entrenar con el equipo y el director general, Germán Cea, no se lo permitiera. Ambas partes se vieron las caras el pasado día 2 de febrero y ya hay sentencia, que da la razón a Doblas y se la quita al club.
“Declaro improcedente el despido del que fue objeto el actor con fecha de efecto 29 de agosto de 2016, y en consecuencia condeno a la empresa demandada a que a su opción en el plazo de cinco días a partir de la notificación de la sentencia, entre readmitir al demandante en su puesto de trabajo o a que abone al trabajador la suma de...”, dice un extracto de la sentencia. Una cantidad que ninguna de las dos partes ha querido hacer pública pero que es una suma de dinero “importante”, tal y como había dicho el propio David Doblas con anterioridad. No hay que olvidar que el pívot tenía un buen contrato con el GBC y que las deudas son de varias temporadas, a lo que hay que añadir la cantidad a abonar por parte del club por ese despido improcedente. La única cifra que ha salido a la luz en los últimos meses la dio la presidenta de la entidad, Nekane Arzallus, cuando dijo que le debían a Doblas “125.000 euros”, algo que el propio jugador no quiso ni confirmar ni desmentir, aunque todo hace indicar que la sentencia estaría hablando de unos números bastante superiores.
desde la 2012-13 Los impagos hacia David Doblas comenzaron en la temporada 2012-13, al igual que hacia el resto de los trabajadores -tal y como reconoció también el expreparador físico Eugenio Rodríguez en una entrevista a este periódico-. Al inicio de la pasada campaña, la 2015-16, la cantidad que se le debía al pívot cántabro ya era cuantiosa y puso al GBC unos plazos para satisfacer esa deuda, cosa que el club no hizo. En el contrato de Doblas figuraba una cláusula según la cual renovaba automáticamente al término de este pasado curso si había deudas y eso es lo que sucedió. El club no quería que siguiera, puesto que con el descenso de categoría no podía mantener su sueldo, pero ambas partes no llegaron a un entendimiento -según el GBC había un “acuerdo verbal” para romper ese contrato”- y Doblas fue al Gasca el 29 de agosto, primer día de la pretemporada. No se le permitió entrenar y unos días después convocó a los medios de comunicación para anunciar que demandaría al club por impagos y despido improcedente. Seis meses más tarde -y pese a que hubo negociaciones y se intentó llegar a un acuerdo para evitar el juicio-, la jueza da la razón al excapitán.
Ahora el club tiene “cinco días” para recurrir la sentencia ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, aunque para ello tendría que avalar la cantidad que solicita la propia sentencia. Si no lo hace, debe satisfacer la deuda y depositar el dinero en el juzgado. En caso de no poder hacerlo, se podría ordenar el embargo de las cuentas del club. Nekane Arzallus ya dijo que “si la sentencia sale desfavorable, será un golpe muy fuerte para el club”, cosa que ha sucedido. Habrá que ver si el Gipuzkoa Basket puede hacer frente a este dinero porque no es el único frente que tiene abierto. También está la deuda con Hacienda -cuya cantidad se desconoce-, un crédito con Kutxabank en condiciones “inasumibles”, según reconoció la presidenta, además de deudas con varios extrabajadores más y con diversos proveedores. Esta sentencia que da la razón a Doblas es solo uno más de los problemas del Gipuzkoa Basket.