El FC Barcelona acumula de manera consecutiva 15 entorchados con el de la competición que ha terminado este fin de semana y la Liga Asobal sopesa cambios. Al menos, que haya apariencia de que se intentan variaciones, como recuperar una fase final mediante play-off para tratar de poner más emoción en el teórico dominio de un Barça que esta temporada se ha dejado cinco puntos en dos derrotas y un empate. O al menos, retrasar en fechas el alirón. En las últimas semanas, la patronal del balonmano ha trasladado esta idea a los seguidores, que a mediados de mayo recibieron un cuestionario para opinar sobre la Asobal.
Entre las 54 cuestiones que se plantearon en la encuesta que se mantuvo abierta durante varias semanas, Asobal interroga sobre la posibilidad de instaurar un play-off como existe en Austria, Dinamarca, Noruega, Suecia, Suiza y Polonia, por ejemplo. Por el momento no va más allá de una cuestión sobre darle a la competición final con play-off, pero entronca con declaraciones del presidente de Asobal, Servando Revuelta, en varios medios de comunicación, donde ha deslizado esta idea.
Asobal ya tuvo 'play-off'
Más allá de las opiniones y las reflexiones, el regreso a unos play-off por el título no sería nuevo en la Liga Asobal, donde en sus primeros años hubo hasta tres fases (dos liguillas y play-off, como en 1993 y 1994). La última ocasión en la que estuvieron en vigor fue entre la temporada 1997/1998 y 1999/2000. Las ligas quinta, sexta y séptima en Asobal, a las que hay que sumar los ocho títulos de la anterior División de Honor.
¿Quién ganó aquellas tres ligas? El FC Barcelona: la primera, al derrotar en la final tres veces al San Antonio (35-27; 32-20 y 29-25); la segunda, al Ademar (27-24, 37-30 y 30-24); y la última, de nuevo al San Antonio (26-22, 28-24 y 25-23).
Dinamarca (con tres campeones en ocho años), Polonia, donde el año pasado Wisla Plock rompió la racha de Kielce (12 ligas), y Hungría (donde desde el año 2000 solo Veszprém y Pick Szeged han ganado la Liga en 19 y 4 veces) son los únicos países entre los principales de Europa que resuelven sus ligas mediante un play-off por el título.
Este formato no existe en las dos principales ligas, ni en Alemania, donde cuatro equipos se han repartido las últimas nueve Bundesligas, ni en Francia, donde el PSG ya suma 10 ligas consecutivas.
Países como Portugal, con 12 equipos y la cuarta parte de ellos muy marcados por presupuestos del fútbol (Sporting, Porto y Benfica), disputan una fase regular y tras ella, ventilan el título de Liga con una liguilla entre los cuatro primeros.
¿Asobal quiere 'copiar' al fútbol?
La reflexión sobre los play-off se encuadra en un replanteamiento que la competición que también conlleva el deseo de la dirección de Asobal de, por encima de proyectos actuales, lograr un equipo en Madrid o en Sevilla.
Un modelo que es más de negocio que deportivo y diferente al de la Bundesliga, donde sus tres últimos ganadores (Kiel, Flensburg-Handewitt y Magdeburgo) están enclavados en poblaciones de entre 86.000 y 250.000 habitantes. Dos de ellos, además, a apenas 90 kilómetros de distancia.
En una entrevista en abril en La Vanguardia, Revuelta alimentó la hipótesis de futbolizar el balonmano, con su deseo de contar con un fuerte proyecto en Madrid, que llegó a calificar de “vital estratégicamente para generar rivalidad”.
Esa "rivalidad" se entiende que con el Barça, no con clubes como el Bidasoa, el Granollers y el Ademar, los otros tres históricos campeones de la Liga Asobal que no han desaparecido.
En aquella conversación, el presidente de la patronal insistió en la idea de un equipo fuerte en Madrid: “Se junta todo: la rivalidad que podrían generar dos clubs grandísimos, dos ciudades capitales, y el nivel de la competición subiría para poder volver a ser atractivos e incluso cambiar el sistema de competición (con playoffs)”.
E incluso deseó que “ojalá surgiera un Betis o un Sevilla, que tienen un equipo en Primera (el BM Triana). También se valoró. Somos los primeros interesados en tener un equipo competitivo en una ciudad que interese a nivel estratégico”.
Los formatos también apuntan a la Federación
Si este debate que abre Asobal —una liga profesional con su autonomía de actuación— lograra una perspectiva mayor, la reflexión sobre las competiciones debiera implicar a la Federación Española en dos aspectos: el futuro de la Copa de España (antigua Copa Asobal) y la Copa del Rey.
Criticada por algunos y defendida por otros porque es el título más arrebatable al Barça (dos partidos en dos días; frente a la Copa o la Liga), la Copa de España esta temporada ha quedado deslucida con tres de sus cuatro contendientes con compromisos europeos de calado apenas un día después de volver de Lanzarote, donde se disputó la cita. Un punto de partida para mejorar la Copa de la Liga pasaría por evitar otro sainete con el calendario como el del pasado verano.
Y por último, la Copa del Rey, cuya fase final a día de hoy disputan ocho equipos en un formato inédito entre los principales países de Europa. Como mucho, el torneo del KO acaba con una Final a Cuatro, como en Alemania. En otros países, como Francia, la final se disputa a partido único en sede neutral, con el aliciente que supone disputar toda la competición en las canchas de los participantes.