Dos regatas, dos victorias. Son las nuevas cuentas de Hondarribia si quiere alzarse con esta Liga San Miguel. La más disputada desde 2004, donde casualidad, o no, Urdaibai también estuvo presente. Y se la llevó. “No nos queda otra que quedar por delante de ellos en las dos jornadas que quedan”, se resignaba Ioseba Amunarriz tras desembarcar la Ama Guadalupekoa en Portugalete, lugar donde, quién sabe, si ha recibido su trainera un golpe mortal. Tras las claudicaciones de Galicia y Zarautz, que fueron solventadas por los verdes, llega ahora la tercera. La que en Bermeo esperan sea la vencida, mientras en Hondarribia trabajaban ya desde ayer porque no sea más que la prueba de fuego, más en lo psicológico que en lo físico, más complicada contra la que ha tenido que hacer frente la trainera bidasotarra durante este verano. Y el anterior.

764 días consecutivos llevaba liderando la Liga San Miguel Hondarribia. Hasta que ayer Urdaibai rompió los muros y puso su bandera en lo más alto del castillo. Apoyado por los factores externos, decisivos en toda guerra. El sorteo de calles le dejó el paso libre al bólido azul y Orio, que está de vuelta entre los mejores, empujó las ilusiones de la Bou Bizkaia al colarse entre los dos aspirantes al título. Un protagonista principal y otro secundario hicieron realidad el guión ideal que hubiera escrito cualquier remero txo ayer antes de la regata. Las calles, siempre determinantes, siempre asequibles para la excusa en caliente, no fueron argumento del análisis verde. Ni una palabra al respecto. Hecho que honra a los hombres de Mikel Orbañanos tanto como a sus rivales, que no dejaron pasar la circunstancia. Un patrón ilustre como Izortz Zabala, “feliz” por la victoria de su Bou Bizkaia, no rehuyó el tema y aseguró sentir “mucha pena por los remeros, porque tengan que remar una regata donde las diferencias entre una calle y otra son evidentes”. Hasta el delegado de un club al que esta disputa, disculpen el coloquialismo, ni le va ni le viene, fue más allá al pronosticar con lástima que “el campeón de liga se va a decidir por las calles”. Era Suso Núñez, ínclito delegado de Tirán, y he aquí lo más curioso, realizó esta declaración minutos antes de que se disputara la tanda de honor. Su Tirán navegaba última destacada de su serie por una calle interior y Núñez ya lo veía claro. Los resultados le acabaron dando la razón.

Cinco de los seis primeros en la regata de ayer en Portugalete remaron por las calles exteriores de la 3 y la 4. Hondarribia, por la 2, fue la única que se coló en tan elitista club. La Ama Guadalupekoa, además, aguantó diez minutos en la pelea por la victoria. Defendió con ahínco el maillot amarillo hasta que Urdaibai tuvo el espacio suficiente para marchar de la calle 3 hacia la 4. En el primer largo San Juan, que navegaba por esta vía con el turbo puesto, como lo habían hecho anteriormente Orio y San Pedro, se apuntó a la fiesta con los dos gallos, pero no pudo con el ritmo alto que, estratégicamente, imprimió la Bou Bizkaia. Los de Bermeo se llevaron a los verdes consigo y tras girar en mitad de regata, en tan sólo tres minutos la fotografía de la liga cambió. Del minuto 10 al 13 se fue la bandera hacia Bermeo por correo express. Sin pagar peaje, porque la Erreka ya se había quedado algo atrás, Urdaibai se tiro hacia el muro de Las Arenas y fue labrando ventaja hasta los ocho segundos, una distancia que no menguó más. Sólo aumentó. Mientras tanto, Kaiku no era capaz de dar velocidad a su Bizkaitarra por la calle 1 y se despedía de la liga por unas semanas implorando mayor fortuna en la clasificatoria del jueves en La Concha.

En ella espera seguir haciendo bien las cosas Orio. La San Nikolas fue la protagonista secundaria de la regata. Con el de ayer ya son cuatro los triunfos consecutivos que acumulan los aguiluchos en la segunda tanda. Joxean Olaskoaga parece haber dado con la tecla del bote amarillo y, como él mismo confiaba hace unos días en declaraciones a este periódico, su tripulación sigue acertando. Tanto que los amarillos consiguieron el mejor resultado del año, finalizando segundos la regata y sumando, indirectamente, un punto más en el zurrón de Urdaibai. Los aguiluchos sacaron un exquisito jugo de Portugalete, que tan bien conoce su míster -fue entrenador de la Jarrillera entre 2011 y 2014-, acertando siempre el camino que debía seguir su trainera. La calle 4 le ayudó en su objetivo, pero hay que hacerlo. Después de una temporada irregular, Orio está finalizando en su mejor forma el curso, y en Donostia debe sacar billete. Preparado está. Sin ir más lejos, ayer remó solo desde el inicio, igual que lo hará en la clasificatoria, y se desenvolvió como un gallo. Como lo que era. Muy por delante de Cabo, Astillero y Tirán, que únicamente vieron el amarillo en la baliza de salida y en la de llegada. Estuvo en el podio de los tiempos en tres de los cuatro largos, cosa que no logró Hondarribia, que sólo marcó el mejor tiempo, igualado con Urdaibai, en el segundo. Al cuarto y decisivo partió con el mismo registró que Orio, lo mejoró en un segundo durante buena parte del tramo, con lo que parecía tener controlada esta segunda batalla, que con los txos nueve segundos por delante, le resultaba más importante si cabe. Pero, igual que el sábado, a los pupilos de Mikel Orbañanos se les atragantaron los últimos 300 metros de regata, y el crono de Orio acabó por ser un imposible para ellos. Tres segundos perdió la embarcación en esa distancia, un aspecto inusual durante este verano y que puede costarle caro en la general. Pero como la caravana arraunlari, previo paso por Bermeo, volverá a Portugalete en la última jornada, quién sabe el precio real que tendrá para entonces este traspié.

De lo que no cabe duda es que el calendario de regatas no se realiza en agosto. Se perfila, se analiza en diferentes reuniones, y entre los clubes participantesy la organización, antes del inicio del verano. Si tres de las últimas cuatro regatas de esta competida liga se realizan en una ría de sorpresas, es porque así se ha decidido en común acuerdo entre todas las partes implicadas.

zumaia, una gran competidora Cuando las cosas se hacen bien, el resultado queda a un margen. Con ese convencimiento se bajaron del bote los integrantes de Hondarribia, y con la misma sensación agridulce lo hizo también la tripulación de Zumaia. La Telmo Deun volverá el próximo año a la ARC-1, pero lo hará con la cabeza alta. Habiendo sumado sus remeros experiencia en la elite y fiel a sus ideas. Su plantilla es la que tiene, con diferencia, la media de edad más joven (27,5 años) de las doce participantes, y se despidió ayer de la máxima categoría habiendo sumado sólo dos duodécimos puesto más que Portugalete (6 de Zumaia, por 8 de la Jarrillera). Es decir, que las diferencias no han sido tantas como marcan los seis puntos que han distancia al bote que se va y al que se queda a la espera de lo que ocurra en el play-off. Es el equipo que desciende directamente con más puntos desde 2011, cuando Orio bajó de categoría con 45 puntos. La garra con la que ha competido en cada jornada esta Telmo Deun ha sido encomiable.

Otra trainera que, bajo sus limitaciones y presupuesto modesto ha dado un gran rendimiento es San Pedro. Una especie de trainera milagro que, verano tras verano, consigue cubrir todas las tostas de la Libia y que en este, con Mikel Arostegi como responsable máximo, ha terminado décimo la temporada, sin preocupaciones desde el primer día. Centrados en progresar con una plantilla prácticamente nueva -una vez más- y que, con resultados como el de ayer, finalizando sexto la regata y a dos segundos del quinto, vuelve a ilusionar a una afición morada que anhela los tiempos pasados de triunfos en La Concha, pero que puede volver a contar, por qué no, con su trainera en los puestos de salida de la bahía por segundo año consecutivo.