No se puede pedir más. Y si se puede, preparen los desfibriladores. Las palas separadas por no más de diez metros y dos segundos de margen en meta en un río de incertidumbre, cuando solo faltan tres jornadas para el término de la liga, alteró el ritmo cardíaco de los presentes ayer en Portugalete. Una igualdad llevada a la máxima expresión, al mismo minuto, segundo y centésima al ecuador de la prueba, cuando sólo restan tres jornadas por delante. La de ayer era la decimosexta, que se dice pronto, y la diferencia en la general entre Hondarribia y Urdaibai es el mismo que cuando arrancaron el verano. Cero. Son las dos claras protagonistas de este 2016 y también lo fueron de la primera de las dos banderas que completan este fin de semana de incertidumbres en el siempre complejo campo de regatas del Ibaizabal. Bajo el Puente Colgante, un Patrimonio Mundial para la UNESCO, otros dos patrimonios, estos más modestos, del remo vasco, hicieron afición. Dieron una clase maestra de lo que es controlar la concentración en la remada cuando el mínimo detalle desequilibra; de lo que significa marcar una táctica -y que luzca- acorde a lo que se tiene y lo que no; del valor de la menospreciada cabeza, esa faceta en la que tanto inciden los entrenadores, la psicología, tantas veces menospreciada por la sociedad, y que ayer, veintiocho tripulantes tuvieron que templar para exprimir al máximo sus fuerzas. Urdaibai tuvo ayer un punto más y ganó. Pero para ello tuvo que tirar a la perfección de los tres puntos mencionados, porque Hondarribia le retó a realizar la mejor regata del año.
Como las buenas películas, aplaudidas por crítica y público desembarcaron por unas horas la Bou Bizkaia y la Ama Guadalupekoa, a la espera de que hoy (12.00/ETB1) la balanza decante quién marcha hacia La Concha con ventaja. Llegar líder a Donostia no le ha servido a la trainera del Bidasoa en los dos últimos años para intimidar a Urdaibai, pero en este 2016 esta circunstancia se antoja diferente. Esta vez cuesta creer que no vaya a producirse ese golpe psicológico. Arribar a la bahía en lo más alto, ya sea por aguante verde como por un adelantamiento desde sus sinuosas carreteras de Bermeo, le dará un punto más al poseedor del maillot amarillo. Ese que aún viste Ioseba Amunarriz, por el mayor número de victorias de Hondarribia durante este curso -nueve sobre 16-. El medio minuto de diferencia que apartó a los dos trasatlánticos de Kaiku y el pelotón de la segunda tanda fue la otra noticia del día. Ya que, desgraciadamente para los intereses de Zumaia, la batalla por el descenso está prácticamente imposible para una Telmo Deun que, salvo milagro, este mediodía consumará su descenso a la ARC-1.
San Juan fue la primera que quiso ponerse por delante en la tanda de honor. Fue la primera en bogar, en clavar la primera remada. Tan rápido quiso salir -como acostumbra-, tantas ganas tuvo la Erreka de seguir navegando por el camino de los mejores, que Endika Pérez soltó la estacha antes de tiempo originando una salida nula y tres segundos de sanción para los rosas. Se repitió la salida y las calles 3 y 4, donde bogaron San Juan y Kaiku, por este orden, ya no volvieron a salir en antena. Avanzaron veloces txos y verdes hacia delante: mejor los azules en el primer largo, superiores los bidasotarras en el segundo. Iguales a la mitad. Apoyados en las mejores calles. Que para eso también ha de tener uno la suerte del campeón. Una diferencia que se evidenció en el popare.
Allí, los quince segundos de ventaja respecto al tercero -Kaiku- marcaron la superioridad que existe, hoy por hoy, entre unos y el resto. San Juan aguantó el tipo sin suerte, buscando la popa de la Bizkaitarra y tirando del pinganillo para escuchar los tiempos de Orio, que dominó una vez más la segunda tanda y se aproxima a la cabeza. En puntos y en nivel. La San Nikolas está ya fijada como la quinta mejor del campeonato. Y ayer fue la cuarta de la jornada. Superó a San Juan, con y sin sanción, y se acerca a la estela de la tanda de honor. Siete puntos separa a ambos botes, a falta de tres jornadas. Cualquier cosa puede pasar... y más en Portugalete.
ADIÓS A SAN PEDRO San Pedro se despedirá hoy de la Liga San Miguel por este verano. Con los deberes hechos y la vista puesta en La Concha. Ayer hizo cambios Mikel Arostegi y la Libia aún así mantuvo su nivel, luchando por ser la mejor de la primera serie frente a Zierbena y clasificando en noveno lugar.
Peor le fueron las cosas a Zumaia, que finalizó última la regata sin tener, una jornada más, la suerte de las calles de cara. Vía crucis para la Telmo Deun que no sirve de excusa, pero sí ha resultado un perjuicio en su objetivo de la permanencia. Fue última, a pesar de que comenzó por delante, y tendrá que remontar hoy siete puntos a Portugalete en una sola regata si quiere obrar el milagro. Imposible no es, pero en esta liga tan competitiva pocas sorpresas como éstas se dan. Ayer Urdaibai se hizo con su primera victoria en ría este año, por cierto. Hoy, el show continúa. Para gozo de los aficionados al remo de ayer, de hoy y de los que, con regatas de este calibre, lo serán pronto.