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Supervivientes del aritzbatalde

MANO | Altuna y Zabaleta triunfan en la feria de zarautz y se meten en la final tras vivir un duelo de idas y venidas que terminó 21-22

Supervivientes del aritzbataldeFoto: Gorka Estrada

Duración: 60:56 minutos de juego.

Saques: 4 de Irribarria (tantos 4, 7, 16 y 18) y 5 de Altuna III (tantos 11, 12, 14, 15 y 17).

Pelotazos: 441 pelotazos en juego.

Tantos en juego: 8 de Irribarria, 2 de Merino II, 7 de Altuna III y 1 de Zabaleta.

Errores: 5 de Irribarria, 4 de Merino II, 3 de Altuna III y 3 de Zabaleta.

Marcador: 1-1, 5-2, 6-2, 7-3, 8-4, 8-5, 9-7, 10-8, 10-9, 10-10, 11-18, 14-1815-19, 16-20, 17-20, 19-21, 20-21, 21-21 y 21-22.

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de semifinales de la feria Villa de Zarautz disputado en el frontón Aritzbatalde de Zarautz. Más de media entrada.

En un último tanto en el que se mascó precaución por todos los costados, con 48 pelotazos a buena, se dirimió ayer la segunda semifinal de la feria Villa de Zarautz. Tras el 21 iguales, fueron Jokin Altuna y José Javier Zabaleta los que se llevaron el gato al agua de tal manera que se verán mañana en la final con Aimar Olaizola y Álvaro Untoria.

Será el Aritzbatalde zarauztarra el juez de un nuevo encuentro entre los dos duetos embocando un título veraniego. La primera vez fue en La Blanca gasteiztarra y fue un monólogo de los jóvenes de Aspe. Ahora, la revancha, la tendrá el veterano delantero de Goizueta en un frontón en el que se siente mucho más cómodo, con nueve triunfos de quince ediciones. Una cuestión de honor.

No obstante, las sensaciones de ayer no fueron tan halagüeñas para Altuna III y Zabaleta, a los que se les acabó el gas a mitad de partido, cuando ya tenían una tajada jugosa en los morros. Con el 10-18, al pegador de Etxarren le entró el tembleque, le desapareció la confianza de repente y el frontón se le empinó. Esta circunstancia provocó dos cosas: la primera, que su compañero no encontrara el camino para apuntalar un encuentro en el que habían destacado, y la segunda, que Iker Irribarria y David Merino, ante las dudas, crecieran en el luminoso y en la disputa.

Así, la pimienta final dio vidilla a la eliminatoria, en la que hubo buenos pelotazos -sobre todo un sotamano al rebote del poderoso zurdo de Arama-, pero que sufrió de demasiadas idas y venidas. La emoción llegó a golpetazos, huracanada, difícil de saborear. Aunque hubo momentos en el que el brillo no terminó de dar una pátina de lucidez al juego, el nervio del último tramo dejó un regusto sabroso.

Con todo, el guion volvió a cuadrar el del pasado lunes en Azkoitia, ensayo general de las citas de Zarautz y Bilbao. En ella, asomó un díptico: empuje colorado y aplastamiento azul. Ayer, se anunció la tercera pata de la trilogía: empuje, aplastamiento y resurrección.

La primera parte fue de traqueteo por los dos lados y acierto colorado. Irribarria rindió por poderoso. Mientras, sus guardaespaldas buscaban o dirección, Merino II, o velocidad, Zabaleta. Y el campeón comenzó más entonado. Se escaparon 7-2.

Sin embargo, como la historia tiende a repetirse, tras buen inicio, los azules se pusieron a carburar para sellar la segunda parte. Mal asunto. Y el duelo se igualó. Se pusieron 8-7. Irribarria se estiró: 10-7, con un zurdazo de libro. Pero, Merino II acusó los vaivenes. Hasta el 10-18 le metieron cinco saques.

Fue cuando Zabaleta se vino abajo, agarrotado, como James Steward en Vértigo: todo cuesta arriba. Fue la resurrección. Redivivos los colorados se acercaron al 14-18 y al 19-20, para igualar a 21. Llegó el tanto de los 48 pelotazos y metió un gancho Altuna por supervivencia.