Donostia - A Joseba Ezkurdia (Arbizu, Navarra, 1991) le pasó ayer de todo en el frontón Bizkaia de Bilbao. Una pelota le golpeó en el párpado izquierdo y se hizo una brecha. También se torció el tobillo derecho. Y lo peor de todo, perdió la oportunidad de avanzar hasta las semifinales del Manomanista de la LEP.M, ronda en la que sí estará Mikel Urrutikoetxea (Zaratamo, Bizkaia, 1989), que sufrió para iniciar con victoria la defensa del título. Jokin Altuna será su próximo rival.

Urrutikoetxea y Ezkurdia libraron la batalla más dura e igualada de la presente edición del campeonato. El vizcaíno mereció el triunfo porque circuló casi siempre a remolque en el marcador (su primera ventaja llegó con el 19-18) y supo sufrir para encontrar alguna fisura en el juego y la actitud de Ezkurdia, al que está claro que la fortuna le dio la espalda en los momentos decisivos. Venía el delantero de Ezkurdia de exhibirse en la primera ronda ante David Merino (22-2) y deshacerse después del subcampeón del mano a mano de hace dos años, Julen Retegi, al que dejó en 12 tantos, lo cual tiene un mérito enorme. También lo tiene lo que hizo ayer: poner contra las cuerdas al defensor de la corona.

A Urrutikoetxea le pasó factura su concurso como zaguero en el Parejas. Acusó el cambio de posición y la escasez de tiempo para preparar el torneo individual por haber alcanzado (y ganado) la competición de dúos, pero resolvió un trance complicado ante un rival al que se le escapó una gran ocasión de marcar un hito personal en el Manomanista. Ezkurdia mandó en el marcador pese a que una pelota le hizo una pequeña brecha en el párpado izquierdo (cuando ganaba 9-10) y pese a que sufrió una torsión en el tobillo derecho (cuando vencía 14-18), pero a partir de ahí acusó el dolor y el tesón de un adversario que aspira a ganar su cuarta txapela consecutiva: Manomanista, Cuatro y Medio, Parejas y otra vez el mano a mano. De momento, está en camino.