al triple fallado por Levi Rost, alero del Tenerife, y que dejó el marcador en 77-76, le siguieron las típicas estampas de alegría en la cancha posteriores a un triunfo, amplificadas por la importancia del mismo. De todas ellas destacó una, captada por la cámara de Luis García y que el GBC colgó en su cuenta de Facebook. En ella se aprecia el abrazo entre Jaume Ponsarnau y sus dos ayudantes en el cuerpo técnico, Jon Txakartegi y Lolo Encinas. Una imagen significativa, una foto captada en el momento justo, que los protagonistas desgranaron ayer para este periódico en Illunbe.

“Es el reflejo de un momento en el que descargas toda la tensión y liberas ese nerviosismo acumulado no solo durante una semana, sino ya durante toda una temporada, porque trabajas para ganar y para lograr un objetivo (la permanencia), y cuando ves que has dado un paso importante para conseguirlo, pues das rienda suelta a las emociones”, comenta Txakartegi, que trabaja como técnico ayudante en el GBC desde 2011, primero con Sito Alonso y ahora con Ponsarnau.

Encinas -que llegó al club en 2007 y fue ayudante de Pablo Laso antes de trabajar con Sito y Ponsarnau- incide en la mala racha pasada por el equipo. Seis derrotas seguidas, malas sensaciones... “El objetivo estaba cerca desde hace semanas, pero no hecho. Los últimos partidos en Illunbe habían sido duros: la canasta de Oliver con el cronómetro a cero, y la derrota y el tema del average contra el Fuenlabrada. Y habíamos perdido la defensa. Después de esas derrotas hay que venir el lunes y no solo preparar el partido, sino levantar el ánimo del grupo. Así que cuando el trabajo de toda la semana da resultado y ganas, pues te llevas una alegría”.

Mes y medio sin ganar es mucho cuando tienes que ir a diario a Illunbe a entrenar, y más cuando la amenaza del descenso empieza a tomar forma. Mantener el optimismo ha sido una de las misiones del cuerpo técnico. “El que más nos levanta el ánimo es Jaume”, reconoce Txakartegi. “Nunca flaquea, llega con la misma cara y la misma energía. Es el primero en tirar del carro. También es verdad que Lolo y yo llevamos años aquí y hemos estado en situaciones complejas y sabemos cómo hay que llevarlas. Somos buenos sufridores, llegamos siempre el lunes con las pilas casi a tope y preparados para otra semana de trabajo”.

A toro pasado, ambos técnicos guipuzcoanos reconocen que el partido ante el Tenerife era decisivo. “Es que los últimos partidos en casa nos habían hecho mucho daño. Habíamos podido levantarnos, pero no podíamos fallar otra vez”, admite Encinas. “Era una victoria vital a nivel emocional. Veníamos de seis derrotas seguidas y por muy duro que sea un equipo mentalmente, iba haciendo mella. Era una final emocional porque podía marcar mucho los tres últimos partidos”, añade Txakar.

Volviendo a la imagen que acompaña este reportaje, Encinas dice que es “significativa”. “Pasamos muchas horas juntos. Con Jaume hemos conectado desde el principio. Trabajas durante la semana, vas probando cosas y unas salen y otras no. Contra el Tenerife salieron. Al final del partido nos encontramos y nos abrazamos”. “Es algo espontáneo. Estamos los tres y nos apetece celebrarlo”, añade Txakartegi.

“Es un abrazo muy sincero. Detrás está todo el tiempo que trabajamos juntos. La victoria fue un premio y la mejor forma de celebrarlo es con la gente con la que más tiempo pasas”, indica Ponsarnau, que destaca la importancia de un triunfo que llega en un momento muy delicado tanto de resultados como de juego: “Fue una victoria que tenía una gran trascendencia porque nos acerca a un objetivo y porque nos da esperanza en un momento en el que no estábamos bien. Nos encontrábamos débiles debido a los últimos resultados y con este triunfo encontramos argumentos y energía”.

cuentas favorables Ganar al Tenerife supone tener la salvación de cara a falta de tres jornadas. “Sacando dos victorias estamos salvados y con una probablemente. Por suerte, dependemos de nosotros. Si ganamos uno ya obligamos a hacer pleno a los demás. Para el Fuenlabrada fue un impulso ganarnos en Illunbe, así que ahora espero que esto sea un impulso para nosotros”, explica Lolo Encinas.

“De clasificación aún no hemos hecho nada, pero lo mejor es que dependemos de nosotros. Antes también, pero ahora con más argumentos”, dice por su parte Jon Txakartegi, que espera que el equipo mantenga ahora esta inercia positiva: “Las caras han cambiado. No es lo mismo venir a entrenar tras perder contra el Fuenlabrada que después de ganar al Tenerife. Ahora debemos transmitir a los jugadores que esto no ha acabado, que hay que seguir”.