donostia - Julen San Miguel llevaba ya varios años rozando la txapela del Campeonato Individual de Remonte y ayer vio cumplido su sueño al ganar a Javier Urriza (19-30) en la gran final del Torneo Kutxabank 2014. Como él mismo reconocía nada más recibir la txapela de campeón, “a la tercera ha sido la vencida”. Hace cuatro años, en su primera final, cayó ante Koteto Ezkurra; y el año pasado le pasó lo mismo ante Urriza. Esta vez se tomó cumplida revancha y pudo superar al delantero de Pamplona con más solvencia de la esperada.

El dinero salió 100 a 80 a favor de Urriza, debido sobre todo al balance de 4-0 entre ambos remontistas en la lucha individual, pero esta vez la cátedra no acertó. San Miguel confirmó la buena forma y el gran juego que viene ofreciendo desde hace ya muchas semanas, mientras que Urriza demostró que este no es su año, ya que no termina de despegar.

Ya el primer saque resultó indicativo: el zaguero estaba con golpe y con el brazo cargado. La chapa cayó de su lado y en el primer pelotazo subió al marcador el 0-1. El segundo tanto también lo hizo tras un saque poderoso que llevó con dificultades Urriza, y el 0-3 subía con otro saque demoledor. Este inicio otorgó confianza a San Miguel e hizo dudar a su rival, lo que provocó que San Miguel dominara el choque a su antojo y con escaso desgaste físico.

El zaguero doneztebarra es escapó aún más en el marcador (1-6) después de que Urriza cometiera un par de errores nada habituales en él. Pero el pamplonés confiaba en que llegar su momento. Redujo distancias (4-7), pero San Miguel se volvió a escapar (4-12). Lo peor para su rival es que casi todos sus tantos llegaron producto del primer pelotazo.

El mejor momento de Urriza le valió para volver a aproximarse en el electrónico (8-13), pero San Miguel respondió con una tacada de ocho tantos consecutivos que le disparó casi de forma definitiva (8-21). La diferencia era abismal y a Urriza, campeón de las dos últimas ediciones del torneo, se le achicaba el margen de maniobra. Fueron esos 13 tantos la máxima renta de San Miguel, aunque el doneztebarra repitió distancia un poco después (14-27). Lo intentó el pamplonés (19-27), pero el zaguero de Doneztebe cerró la final con un par de tantos de saque.

El partido resultó vivo y provocó más fallos de lo habitual entre ambos pelotaris. Faltó emoción, pero ambos demostraron tener un cañón en sus respectivos brazos derechos. Al final San Miguel saltó de alegría para decepción de un Urriza que no pudo calarse su tercera txapela consecutiva. Ni los consejos de Ezkurra como botillero le valieron para tumbar a un San Miguel que salió campeón tras 63 minutos de duelo y ante un millar de espectadores. - N.G.