donostia - Las grandes txapelas suelen ser el sueño de todos los pelotaris. El reto por el que trabajar de cada uno de los manistas y una futura aspiración para cada uno de los debutantes que saltan a la cancha convertidos en profesionales. Iñaki Artola (Alegia, 1994) también imagina su figura ganando finales del Manomanista, aun así, el guipuzcoano tiene otra gran prioridad. Un principal objetivo por el que vestirse de blanco: “Gozar de la pelota”. La última incorporación de Asegarce quiere seguir disfrutando cada vez que se viste de blanco y no quiere olvidar nunca la alegría que siente cada vez que disputa un partido. Disfrutar como un niño en un mundo de hombres.
“Hasta ahora la pelota me ha dado muchas cosas y nunca lo he pasado mal. Ahora veo que con esta exigencia, con la tele, la prensa... es más difícil gozar como cuando éramos niños. Por eso, mi objetivo principal es disfrutar”, explica Artola, que ya conoce lo que es disputar partidos en el mundo profesional. El guipuzcoano debutó el pasado sábado formando pareja con Jon Ander Albisu ante Pablo Berasaluze y Aritz Begino. “Me sentí raro. Llevo casi todo el año bastante bien, pero estas últimas semanas tuve un poco de dolor de manos y bronquitis”, relata el alegiarra, y añade: “A mí ya me decían que Pablo jugaba mucho, pero no pensaba que tanto. Me sorprendió mucho el nivel que hay”.
Iñaki cayó por 22-16 en su primer partido, aun así, dejó buenas sensaciones y, lo más importante, hizo realidad su sueño de la infancia. “Aquí cambia la camiseta y pocas cosas más. Son los mismos frontones, casi las mismas pelotas... pero es algo que todos queremos y que pocos tienen la oportunidad de vivirlo”, dice Artola. Un debut que tardó en llegar, ya que en principio su estreno profesional con Asegarce estaba programado para diciembre. Sin embargo, al echar la vista atrás, el delantero de Gipuzkoa cree que el retraso le ha ayudado: “Me dio un poco de pena, pero creo que no me ha venido mal. Ahora pienso que tengo más confianza que hace seis meses”.
Artola es todo un tallo. Un pelotari de 185 centímetros que usa su poderío para desplazar la pelota con potencia. “Lo que hasta ahora he tenido es fuerza. Siempre he sido un poco más grande que los demás y eso me ha ayudado mucho. Aun así, tengo que mejorar a la hora de terminar el tanto”, se define el alegitarra. Unas condiciones forjadas después de haber luchado en los cuadros alegres y tras fajarse también como zaguero. “Jugar atrás hasta cadetes me ha ayudado a jugar mejor al mano a mano y a restar y pelotear con más confianza”, añade.
Un deportista polivalente Además de cambiar de puesto en la cancha, Artola también probó otros deportes. Y con bastante éxito. El pelotari de Asegarce compaginó el fútbol -jugó en el Intxaurre de Alegia- con la pelota hasta la edad de cadete, pero durante un corto periodo de tiempo se convirtió en una de las promesas del salto de longitud a nivel estatal al terminar segundo en el Campeonato de España en el triple salto. “Teníamos un profesor de gimnasia que siempre trataba de llevarnos al atletismo porque a él le gustaba mucho. Un día hice la prueba saltando e inesperadamente era bastante bueno. Probé con el club de Tolosa y fuimos a Barcelona a los estatales, fue una experiencia muy bonita”, relata el delantero.
En poco tiempo, Iñaki demostró que tenía cualidades para hacerse un nombre dentro del mundo de atletismo. En poco tiempo había demostrado que era capaz de volar sobre el tartán. Pero Artola siempre tuvo claro cual era su verdadera vocación: “Me acuerdo que cuando estábamos en Barcelona, a pesar de quedar segundo, al ir a saltar estaba pensando que al día siguiente tenía la final de un torneo de pelota en navarra”.
Un amor por el frontón que le hizo dejar el fútbol con “pena” debido a la falta de tiempo. “Con 16 años ya empecé a entrenar con Asegarce y eso ya exigía un poco más de seriedad. Todo no se podía”, declara Artola, que plenamente centrado en la pelota continúo amasando éxitos en el campo aficionado hasta llegar a dar el salto a profesionales.
Ahora, Artola ya ha dejado atrás sus patadas al balón y los saltos sobre la arena, mientras espera “con muchas ganas” su debut en el Torneo de San Fermín, en el Desafío del Vino ante Jokin Altuna. “Desde pequeño he visto los sanfermines en la televisión y me parece muy bonito ver tanta gente, todos vestidos de blanco. Además es contra Altuna, un gran amigo de Amezketa; será muy bonito”, confiesa este atleta de las canchas que quiere seguir creciendo en los frontones y, sobre todo, continuar disfrutando como un niño cada vez que juega al deporte que tanto ama.