REAL MADRID Llull (6), Darden (2), Rudy Fernández (17), Mirotic (17) y Bourousis (6) -cinco inicial-; Sergio Rodríguez (4), Carroll (9), Draper (2), Reyes (13), Mejri (2), Slaughter (2) y Díez (3).
GRAN CANARIA Bellas (10), Newley (7), Hansbrough (9), Báez (5) y Tavares (16) -cinco inicial-; Oliver (1), O'Leary (-), Martín (9) y Beirán (3).
Parciales 19-9, 22-11, 20-23 y 22-17.
Árbitros Pérez Pizarro, Conde y Calatrava. Sin eliminados.
Estadio Martín Carpena.
UNICAJA MALAGA Vidal (-), Toolson (-), Caner-Medley (21), Suárez () y Hettsheimeir (-) -quinteto inicial-; Sabonis (-), Stimac (7), Urtasun (2), Granger (6), Dragic (18), Kuzminskas (18) y Vázquez (2).
CAI ZARAGOZA Llompart (5), Roll (11), Sanikidze (12), Rudez (16) y Shermadini (15) --quinteto inicial--; Jones (10), Stefansson (3), Tomás (-), Tabu (7) y Fontet (-).
Parciales 11-15, 27-16, 13-25 y 23-23.
Árbitro García González, Pérez Pérez y Cortés. Sin eliminados.
Estadio Martín Carpena.
MALAGA. Real Madrid y CAI Zaragoza se convirtieron ayer en los primeros clasificados para las semifinales de la Copa del Rey que se está disputando en Málaga.
un madrid arrollador El Real Madrid aplicó su aplastante lógica y se convirtió en el primer equipo clasificado para las semifinales de la Copa del Rey, que comenzó ayer en Málaga, arrollando en su debut a un Herbalife Gran Canaria (83-60) superado por los acontecimientos y por la labor anotadora de Nikola Mirotic y Rudy Fernández, con 17 puntos cada uno.
Fue Mirotic el encargado de romper la baraja en cuanto empezó la partida. Bajo la atenta mirada de los ojeadores de la NBA, su probable destino el próximo verano con la camiseta de Chicago Bulls, el hispano-montenegrino lideró el primer toque de corneta anotando 9 puntos en los cinco primeros minutos. Un parcial de 17-4 dejó claro que el líder invicto de la Liga Endesa quería extender su dictadura a la Copa desde el inicio.
En la retaguardia, el equipo blanco aplicó una defensa ágil y rápida de mente que colapsó a un Herbalife algo asustado por el órdago. El equipo canario se exilió sin acierto en la línea de 6,75 (5/27 en triples) y únicamente los largos brazos de Tavares (16 puntos y 12 rebotes) se hicieron hueco con acierto en la zona.
Se templó el encuentro antes del descanso, pero la irrupción de Rudy Fernández sirvió para que su equipo alcanzara los vestuarios con la máxima renta (41-20).
El Herbalife no perdió las ganas por respeto a su hinchada, pero fue consciente de que el muro que debía subir ya era demasiado alto ante un adversario que acumula 34 victorias en 35 partidos oficiales esta temporada y que, tras sestear en el tercer cuarto, se divirtió en el último parcial. Pablo Laso pudo conceder descanso a sus mejores activos, que llegarán frescos al duelo del sábado contra Unicaja o CAI Zaragoza.
el anfitrión, eliminado El Unicaja, anfitrión de la Copa del Rey, se despidió a las primeras de cambio de su torneo, igual que le ocurrió en las dos ediciones anteriores disputadas en la ciudad andaluza (2001 y 2007), tras sucumbir este jueves frente al CAI Zaragoza (74-79), un rival que le tiene tomada la medida con la quinta victoria consecutiva y que se enfrentará al Real Madrid por un puesto en la final.
Victorioso en sus cuatro últimos duelos contra el Unicaja, el último de ellos en este mismo escenario durante la pasada Navidad, el CAI empezó con la alegría que le caracteriza ante el equipo andaluz, moviendo la pelota con acierto para que Giorgi Shermadini (15 puntos) hiciera daño en la pintura y metiera medio a la afición local. Un parcial de 2-13 liderado por el pívot georgiano abría el segundo duelo de cuartos de final.
Tan solo Nik Caner-Medley (máximo anotador con 21 puntos) encontraba huecos en la defensa visitante, quizá porque el Unicaja se sentía descabezado, teniendo en cuenta que Joan Plaza habia decidido comenzar el partido sin un base puro, con un desaparecido Ryan Toolson y Sergi Vidal repartiéndose la dirección de juego. El recurso a los triples tampoco sirvió en este primer cuarto (1/7 intentos). El último aliento del Unicaja le permitió situarse a dos puntos (64-66, min.27), pero su adversario mostró aplomo y nunca permitió que el anfitrión retomara la iniciativa en el marcador. Con Kuzminskas relegado al banquillo durante todo el último cuarto, nadie enarboló la bandera de la remontada para decepción de una afición local que, tras la última intentona de su equipo, abandonó el Carpena resignada a una maldición que conoce demasiado bien.