zarautz. El surfista guipuzcoano empezará a competir a partir del 1 de marzo en el Dream Tour, que engloba los once eventos más exclusivos del mundo del surf. La anterior vez que Aranburu estuvo en la máxima categoría, esta daba cabida a 45 surfistas. Ahora son solo 32 y entre ellos apenas habrá tres europeos, así que su logro es digno de subrayar. "Me sabe mejor que la otra vez".
¿Qué supone para usted regresar al World Championship Tour (WCT) cinco años después?
Estoy muy contento, porque los últimos años el circuito se había convertido en algo cada vez más exclusivo. Sabía que cualquier año podía tener opciones, pero a la vez he estado haciendo cosas en paralelo: viajes, vídeos, reportajes... A mitad de este año tenía tres resultados muy sólidos, me agarré a ellos y lo he conseguido. Estoy encantado, aunque aún no he aterrizado.
Está en el puesto 26 y acabará la temporada más o menos en esa misma posición.
Pueden pasarme uno o dos surfistas que están compitiendo en Pipeline, pero lo normal es que acabe el 26º o el 27º. Hay que tener regularidad, este año empecé con buenos resultados y eso me dio confianza.
Ha vuelto cinco años después a la primera división mundial del surf. ¿Cómo ha cambiado usted desde entonces?
Cuando conseguí el ascenso en 2007, entonces era el único objetivo que tenía, nadie alrededor mío lo había conseguido y fue muy bonito. Trabajé súper duro con Aitor Francesena para lograrlo. Ahora todo me está sabiendo incluso mejor, ahora el surf de competición no es mi único objetivo y estoy disfrutando de otras cosas. Lo que me gusta es vivir el surf de todas las maneras posibles y últimamente he estado viajando muchísimo, explorando sitios nuevos, países y culturas con la excusa de las olas. Eso me ha hecho coger más experiencia y tener más mundo. También estoy ayudando a diferentes ONG como Kind surf o Surfrider Foundation, y te das cuenta de que el surf no es solo competición. Soy una persona con más experiencia, feliz de poder disfrutar de esto.
Su estreno en la elite en 2008 fue accidentado, ya que sufrió una lesión en el tobillo y la rodilla.
Bueno, las lesiones son cosas que suceden en el deporte. Lesionarme en el primer campeonato fastidia, la verdad. En ese momento parecía una desgracia gigantesca, pero lo llevé bien, era lo que tocaba. Tocaba mirar adelante y recuperar. Pude disfrutar también en 2009 de la competición (le dieron una invitación por haber estado lesionado), fue muy bonito porque al final estás compitiendo contra los mejores del mundo. Ahora todo es más exclusivo, solo somos 32, intentaré estar a la altura y más que nada quiero disfrutar. Este año una de las claves es que he disfrutado en el agua, y quiero seguir haciéndolo. Tendré que estar a la altura, pero no quiero presionarme.
¿Va a seguir compaginando los eventos de máxima categoría con los de la segunda división mundial?
Es algo que tengo que pensar bien. En principio, lo inteligente sería hacer los campeonatos de primera división y de segunda. Se pueden compaginar los calendarios y según cómo vaya intentaré tener tiempo también para mis viajes. Descanso tendré poco, pero lo que más me gusta es hacer surf. Algún día desconectas sin entrar al agua, o entrando pero simplemente sin pensar en los campeonatos.
¿De las once pruebas del WCT, alguna le hace especial ilusión?
Cada destino es inmejorable, por algo se le llama el Dream Tour, pero me hacen ilusión las olas de Teahupoo (Polinesia francesa) y Pipeline (Hawaii). En Teahupoo tengo ya un buen resultado -tercero en 2009- y Pipeline es la ola más famosa del mundo. Desde pequeño, cuando soñaba con estar ahí, eran los campeonatos que me llenaban.
Comenzó aquí... (la entrevista tiene lugar en la playa de Zarautz).
Sí, empecé aquí. En un principio tenía un paipo y desde pequeñito me ponía de pie, tengo muy buen recuerdo de mi infancia. Mis padres me han ayudado mucho cuando lo necesitaba, y luego me han dado libertad y me he pegado leches yo solo para hacerme más fuerte. Estoy súper agradecido a ellos. Haber crecido en un sitio como Zarautz ha sido genial, perfecto para desarrollarme con el surf.
Abrió fronteras con su ascenso a la máxima categoría. Se convirtió en el primer surfista estatal y cuarto europeo en lograrlo. ¿Cuándo empezó a pensar que podía llegar tan alto?
La primera referencia desde pequeño era el campeonato que venía aquí a Zarautz, veía a esos surfistas como gente que podía vivir de lo que le gustaba y viajaba. Eso se te queda ahí, pero aún así no ves factible que alguien de Zarautz llegue ahí arriba. Más adelante, con 14 años gané un campeonato del mundo sub'14 y ahí vinieron sponsors para ofrecerme proyectos con los que encaminar mi carrera compaginándola con los estudios. Empecé a viajar más, me metí en ese mundo, en 2007 tuve la oportunidad de subir y di el máximo.
¿Ve a algún guipuzcoano capaz de seguir su camino?
Bueno, ahí está Hodei Collazo, que hace el circuito conmigo. Este final de temporada le he visto muy bien para conseguir resultados buenos. Lo importante y difícil es conseguir una regularidad todo el año. De los jóvenes, es verdad que hay un hueco bastante grande, pero con 18 años están Imanol Yeregui y Alex Iriondo, que surfean muy bien. Habrá que ver cómo evolucionan durante los próximos años.