Donostia. El Gipuzkoa Basket encontró sus buenas sensaciones hace quince días en el Palau, mostró todas sus armas ante el Bilbao Basket y ayer mejoró aún más su nivel para ofrecer una exhibición en toda regla y lograr en la cancha del Murcia su primer triunfo a domicilio y tercero en total del curso (67-85). Fue una victoria convincente, de un equipo sin fisuras al que da gusto ver porque todos conocen su papel y todos lo ejecutan a la perfección en la cancha. El GBC es actitud, entusiasmo y también calidad, la que ponen jugadores como Robinson, Doblas o Neto, enormes ayer. El GBC es ahora mismo un equipazo, con el que es imposible no ilusionarse.
El triunfo fue consecuencia de un festival de baloncesto por parte de los hombres de Sito Alonso, muy sólidos en defensa y pacientes y certeros en ataque. Resulta increíble la confianza en sí mismo que demuestra tener este equipo, el mismo que hace apenas tres semanas sufrió una dolorosa derrota en Illunbe ante el Joventut tras un partido malísimo en casi todas las facetas del juego. Sito habló entonces de ansiedad. Una vez dejada esa ansiedad en el vestuario, probablemente con un trabajo psicológico en el que el técnico aragonés es un maestro, la plantilla ha empezado a demostrar todo su potencial, que parece importante a tenor de lo que hemos visto. El Murcia era un rival superior en presupuesto y también en plantilla, aunque esto último hay que demostrarlo en la cancha. Ahí, el GBC minimizó al equipo de Quintana. Ganar por 18 puntos -llegó a ir ganando por 26- fuera de casa no está al alcance de cualquiera.
Dos hombres están a un nivel mayúsculo desde el inicio del curso. Son Robinson y Doblas, enormes de nuevo ayer. Lo del alero fue una exhibición. Cinco triples, 21 puntos y de nuevo poquísimos errores y una labor impecable en la retaguardia. Lo mejor es que tiene muchísima calidad, pero no le importa lo más mínimo remangarse para trabajar. Qué lujo. El pívot, por su parte, sigue haciéndose el amo de las zonas partido tras partido. Ayer fue muy superior a su par, Lima, y dominó ambos tableros a su antojo para irse hasta los 17 puntos. Incluso ha controlado su carácter. Ayer fue él quien recibió las agresiones de los rivales. Primero, un balonazo intencionado de Wood; después, un manotazo muy fuerte de Lima. Ni se inmutó. Saludemos al Doblas más maduro. A ellos se unió Raúl Neto, absoluto dueño del ritmo del partido. A su intensidad en defensa unió su facilidad para romper la defensa con penetraciones y asistencias. El brasileño hizo un partido impecable y ya es la tercera pata del GBC. Y qué tres patas, porque son tres jugadores como hay pocos en la ACB, dejando a un lado las plantillas de los muy grandes.
Arropados por el nivel de Robinson, Doblas y Neto, el resto del equipo funcionó como un reloj. Como un equipo de verdad, en el que cada pieza conoce su rol. Al igual que ante el Bilbao Basket, resulta difícil poner un pero a los hombres que saltaron a la cancha. Salgado puso el contrapunto al ritmo intenso de Neto y manejó las rentas favorables controlando el tempo del choque. Entre los dos bases dieron once asistencias, dos más que todo el Murcia. Un dato significativo, como que el GBC dio trece asistencias, robó ocho balones y solo perdió diez. Síntoma de equilibrio. Como el que da Cortaberría, impecable en su defensa sobre Scott Wood, que se quedó en un solo triple cuando hasta ahora promediaba cuatro por partido. Ramsdell y Winchester son otros dos jugadores que han recobrado la confianza. Ayer anotaron cuatro triples, dos cada uno, justo lo que se les pide para romper la defensa rival. Olaizola y Hanley, por su parte, dieron la rotación interior y el equipo apenas lo notó.
siempre por delante El Gipuzkoa Basket dominó el choque desde el principio en el Palacio de los Deportes de Murcia. Dos triples de Winchester y Robinson le permitieron ponerse por delante y ya no soltó la iniciativa. Sólido en defensa y con las ideas muy claras en ataque, el equipo de Sito fue poco a poco abriendo hueco y en el minuto siete ya ganaba por nueve (8-17). El Murcia logró acercarse a base de tiros libres (15-19), pero el GBC era muy superior. Un triple de Cortaberría, que ayer también aportó en ataque, abrió de nuevo el marcador (17-24), renta que era más amplia al descanso (25-36) tras otro triple de Corta y uno más de Winchester.
El guión no varió tras el descanso y la sensación era que el equipo de Sito podía romper el partido en cualquier momento. Así fue. El despegue definitivo llegó con dos triples consecutivos de Ramsdell, que se está revelando como un jugador de rachas (31-46). Un canastón más tiro libre adicional de Neto puso el 31-49 mediado el tercer cuarto tras un parcial de 6-13. En el minuto 25, el encuentro estaba decidido, porque la diferencia entre un equipo y otro era aún mayor de la que reflejaba el marcador. El Murcia apretó en la recta final del tercer cuarto y ahí tuvo el GBC sus únicos momentos de duda, pero surgió la figura de Robinson para mantener la calma con dos triples consecutivos (46-61). A todas las cualidades señaladas anteriormente, el alero suma su capacidad para tomar responsabilidades cuando más fea está la cosa. Líder.
El conjunto guipuzcoano siguió aplicando el rodillo en el último cuarto con protagonismo especial de Robinson y Doblas y llegó a coger 26 puntos de renta (53-79) a cinco minutos de la conclusión. El último tramo del partido solo sirvió para que el Murcia maquillara la paliza. El GBC jugó uno de los mejores partidos que se le recuerdan fuera de Illunbe, se exhibió, ganó y se consolidó en la zona media de la clasificación. El futuro es ilusionante con estos jugadores, que conforman un equipazo con todas las palabras y que podrá ganar en cualquier sitio y ante cualquier rival si continúa jugando así. El próximo reto es un poco más complicado que el de ayer, la cancha del CB Canarias.