donostia. Ya se conocen qué siete traineras acompañarán a Donostiarra el domingo en la primera jornada de la Bandera de La Concha. Ayer, en la clasificatoria de la regata, la igualdad fue la protagonista de la contrarreloj. Aunque estaba dentro de lo previsto, las cortas diferencias entre las traineras hicieron vibrar al numerosísimo público que, aprovechando el buen tiempo que presentaba Donostia, se congregó en las inmediaciones de la mítica rampa del puerto de la capital guipuzcoana. A diferencia de la edición pasada, nadie pudo repetir el hito que consiguió Chapela en 2012, y las clasificadas fueron todas de la Liga ACT. Portugalete, Orio, Kaiku, Urdaibai, Hondarribia, San Pedro y Tirán se convirtieron en la cara de una tarde que resultó de lo más entretenida. San Juan y Astillero, la cruz.
En la clásica contrarreloj, a dos largos, primero partieron las doce embarcaciones que llegaban a Donostia con la ilusión de dar la sorpresa. Saliendo de minuto en minuto, todas las tripulaciones venidas desde la ARC y la Liga Galega se pusieron manos a la obra para cumplir un sueño: clasificarse para La Concha. Las que más papeletas tenían a priori de conseguir esa improbable situación eran Meira y Zierbena, campeonas de la Liga Galega y la ARC-1, respectivamente. Los primeros decepcionaron, finalizando decimoquintos, mientras que Zierbena dio una buena imagen: fue décima y aventajó en quince segundos a Zumaia, con quien se encontrará en el play-off de la ACT.
Tras las posibles sorpresas, la clasificatoria subió un punto su exigencia, y los nervios de remeros, directivos y aficionados. Los doce botes de la máxima categoría comenzaban a surcar la bahía donostiarra con la mayoría de ellas pensando en que había poco que ganar, pero sí mucho que perder.
El primero en partir fue Urdaibai. Una de las favoritas para clasificarse que en la ciaboga exterior veía peligrar su clasificación, marcando un tiempo más bien discreto. Un mal presagio que empezaba a coger forma cuando Kaiku maniobraba cinco segundos mejor que los txos, y se confirmaba en el momento en el que Portugalete, Orio y Hondarribia mejoraban ostensiblemente su crono. Pero en La Concha, la ida es una cosa y la vuelta, otra. El remar con una sola ciaboga, con una distancia mayor de la habitual en cada largo convierte a la olimpiada del remo en un espectáculo sin tregua, puesto que lo que se gana en brankas, se puede perder, sin darse uno cuenta, en popare. Y viceversa. Eso fue lo que le ocurrió a Urdaibai, que mejoró notablemente su rendimiento en la vuelta a puerto, marcando un gran tiempo final. Ya estaba dentro una de las favoritas. Quedaban seis.
VUELVE LA 'LIBIA' En la terna de candidatos, la siguiente trainera en pasar por meta fue San Pedro, quien marcó un tiempo de 20:16.66, ocho segundos peor que el de la Bou Bizkaia, y que parecía ya más cercano al del corte. Las cuatro de la tanda de honor, más Portugalete, ya habían marcado mejores tiempos en la baliza de fuera, con lo que los morados se la iban a jugar con sus vecinos de San Juan, la mejorada Astillero y la siempre combativa Tirán, que habían marcado tiempos parecidos al de la Libia en el ecuador de la contrarreloj. La vuelta iba a decidir qué traineras conseguirían billete y cuáles, por contra, se quedarían con la miel en los labios.
La clasificatoria estaba al rojo vivo, y los favoritos en la txanpa final. En el palco de delegados, muchos se mordían las uñas, y los nervios iban in crescendo. El momento decisivo llegaba cuando comenzaron a avistar meta Tirán y San Juan. El corte lo marcaba Astillero, que demostró en Donostia que lo visto en las últimas jornadas de la ACT no era una casualidad, y que venían con fuerza a La Concha. Pero el sueño de los cantábros acabó cuando Tirán imprimía un último impulso a su Mar do Con y mejoraba en ochenta centésimas su tiempo. Pero aún quedaba San Juan, que había entrado en la mayoría de las quinielas, por su gran final de temporada. Sin embargo, la Erreka no funcionó ayer y se tuvo que despedir del objetivo de estar en la bahía donostiarra por tres segundos. Un golpe duro para los chicos de Joseba Fernandez, que llegaban ilusionados a la cita.
Por delante, las cinco primeras clasificadas cumplieron los pronósticos. Aunque nadie esperaba que Portugalete, sexta en la ACT, rompiera la banca, marcando el mejor tiempo de la tarde con un crono de 20:05.92. Un tiempazo que superaba al de Orio, que se reencontró con sus mejores sensaciones y acabó segunda la clasificatoria, a tan solo 12 centésimas de la Jarrillera. La otra guipuzcoana que entraba en el grupo de favoritos también cumplió con el objetivo. Hondarribia finalizó quinta, dando, extrañamente, una mejor cara en el largo de ida que en el de vuelta. De todas maneras, gran trabajo de una Ama Guadalupekoa que tenía claro que el objetivo de ayer era entrar, aunque tendrá que mejorar el domingo su trabajo en popare. Las otras dos clasificadas fueron Kaiku, tercera ayer y que sigue siendo la favorita para adjudicarse la bandera, y cuarta Urdaibai, que, de momento, comienza por detrás de sus rivales aguiluchos. Llega La Concha. Abróchense los cinturones.