donostia. A solo diez días para la final del Manomanista, Olaizola e Irujo tuvieron ayer su primer encuentro con el frontón Bizkaia, sede del partido más esperado del año. Fue una toma de contacto para calibrar sensaciones sobre el terreno, con un planteamiento diametralmente opuesto entre los dos contendientes. El de Ibero quiso darse el último atracón físico antes del duelo, mientras que el de Goizueta, con la semifinal aún reciente, se ejercitó con mucha más cautela.

Irujo realizó ayer una demostración de fortaleza: "Queríamos hacer un entrenamiento exigente porque todavía hay días para la final, y así ha sido. Me he dado una paliza tremenda, y ahora toca descansar. Quería andar mucho rato en el frontón, la pelota me salía de la mano, hemos hecho tantos muy peloteados y me voy con buenas sensaciones", dijo satisfecho Irujo, que tuvo en González a un sparring acorde a las exigencias.

Olaizola II, por el contrario, no estaba para abusos físicos: "Lo más importante era estar en el frontón y hacer un poco de técnica. El otro día tenía un poco de miedo con la mano. Hasta hoy no he tocado pelota, y he hecho unos saques y unos remates, aunque todavía estaba un poco cansado del partido ante Urruti. Es normal. Lo más importante es que todavía quedan diez días, hay tiempo para descansar y para mejorar. Lo que cuenta es estar bien el día del partido. No voy a decir que me encuentro mal estando en la final. Podría estar mejor que ahora, pero aún y todo me encuentro a gusto", dijo Olaizola.

Su rival estuvo muy pendiente de esa semifinal ante Urrutikoetxea, y sabe del peligro de Olaizola: "Vi el partido. Aimar está en perfectas condiciones, cuando tuvo que cortar de derechas lo hizo, de izquierdas también, acabó tantos, sacó muy bien... nos vamos a encontrar al Aimar de siempre. Sé que va a ser difícil, porque si no juega de diez juega de nueve", dijo Irujo.

Los halagos son recíprocos, y Olaizola II destacó ayer la fortaleza que está exhibiendo el de Ibero: "Él también lo está diciendo, y además eso se ve. Estoy acostumbrado a jugar contra ese tipo de pelotaris. Lo digo siempre. Él es más fuerte que yo, le da más. Yo tengo que aprovechar lo mío, cambiar el tipo de juego también, hacer otras cosas y a ver si hay suerte", consideró.