La cifra habla por sí sola. 197 goles como marca personal dentro de una temporada histórica. Pichichi del equipo. Pero Eli Pinedo, la autora de estos casi 200 goles en los 38 partidos que ha disputado este curso el Bera Bera (28 de Liga, ocho de Europa, tres de Copa y uno de Supercopa), es mucho más que un Pichichi. "Es una líder, una crack", la definía Tati Garmendia en vísperas del título liguero. "Su adaptación a un puesto nuevo para ella ha sido clave para el equipo", añadía sobre ella Reyes Carrere.

Se refería la entrenadora a que la lesión de Vero Cuña le obligó a cambiar su planteamiento inicial y a buscar una solución, que fue situar a Eli Pinedo, habitualmente extremo, en la primera línea, jugando como central o lateral. "Me ha costado una barbaridad el cambio de posición", reconoce la jugadora nacida en Amurrio (Álava) hace 32 años: "No tiene nada que ver jugar de extremo o de central. Para mí ha sido un año físicamente muy duro. Entrené todo el verano para ir a los Juegos Olímpicos de Londres y he ido arrastrando este cansancio por más que me han dosificado. En el puesto de central, además, hay más contacto, más uno contra uno y he jugado muchos minutos".

Este nuevo rol le ha hecho explotar otras facetas del juego, como distribuir juego. "Me satisface más dar balones de gol que meterlos yo", asegura. Pese a ello, ha metido los citados 197 goles, uno más que Matxalen Ziarsolo, que también ha explotado su versión más goleadora. Entre ambas han protagonizado más de la tercera parte de los tantos del equipo. "Ni sabía que he sido la máxima goleadora. Me imagino que Matxalen tampoco lo sabía, porque no teníamos pique ni nada", reconoce.

Eli Pinedo y sus compañeras valoran, más que esos pequeños logros individuales, los éxitos colectivos. "Ha sido una temporada redonda", dice con una sonrisa la alavesa. "Podía parecer que iba a ser fácil porque cayó el Itxako por problemas económicos, pero te puedo asegurar que nos ha costado muchísimo. La plantilla era corta y hemos tenido lesiones, así que estamos contentas de que el sacrificio haya dado sus frutos". La temporada del triplete, como no podía ser menos, deja varios momentos para el recuerdo. Pinedo selecciona tres: "La final de la Copa fue muy especial porque es un título que nos costó mucho. También el último partido de Liga en Bidebieta contra el Rocasa, porque era la despedida de Reyes Carrere y Eider Rubio y el pabellón se llenó. Fue una mezcla de sentimientos y un día muy especial. Otro momento con el que me quedo es la remontada ante el Vistal en el Gasca. No esperábamos hacerlo. Salimos al campo simplemente con ganas de hacer un buen partido y despedirnos de Europa con una buena imagen, pero en la segunda parte vimos que podíamos remontar y fue una alegría terrible".

El sufrimiento ha sido la nota constante en los títulos de Copa, que llegó tras tres partidos agónicos ante Zuazo, Elche y Rocasa, y Liga, donde el reconocimiento no llegó hasta la última jornada. "Si no le damos emoción, no somos el Bera Bera", bromea Eli Pinedo, que luego añade más seria: "Ha estado todo muy igualado. Así sabe mejor, la verdad".

una oferta de dinamarca

Dos años más en Donostia

Eli Pinedo tiene una dilatada trayectoria en el balonmano femenino. Ha jugado en grandes clubes estatales y europeos con los que acumula varios títulos: Supercopa con el Sagunto en la temporada 2005-06, Liga y Copa EHF con el Itxako en la 2008-09 y triplete (Supercopa, Copa y Liga) con el conjunto navarro el año siguiente. Sin embargo, siente algo "especial" por el Bera Bera. Tanto que acaba de renovar por dos años más: "Es donde empecé a nivel profesional. Es mi club de casa. Aquí tengo amigas y un título con el Bera Bera es más especial que con cualquier otro club". Los tres títulos de este año son los primeros que obtiene con el conjunto donostiarra.

Dinamarca, donde ya estuvo una temporada, la 2010-11 en las filas del Odense, ha vuelto a tentarla de cara al próximo curso, pero ella ha preferido seguir en Donostia hasta 2015, cuando tendrá 34 años. "Reconozco que este año me lo he pensado. Me ha llegado una oferta de Dinamarca y era apetecible, pero ya viví la experiencia y estoy a gusto aquí. Me apetece disfrutar de más cosas aparte del balonmano y aquí estoy bien, tengo mis amigas, tengo mi gente, me encanta Donostia y me apetece disfrutar de todo eso. Creo que es donde tengo que estar".

A Pinedo se le hará "raro" entrenar en Bidebieta sin Reyes Carrere: "Son muchos años con ella. Cuando llegué (hace catorce años) me acuerdo que ella era muy dura con la gente joven porque quería sacar lo mejor de cada una. A mí me ha ayudado en muchísimas cosas. Es una institución dentro del club".

La líder espiritual del Bera Bera da el visto bueno a la llegada de Imanol Álvarez Arruti al banquillo: "Coincidimos en el Arrate. Yo jugué allí cuatro años en cadetes y juveniles y él era el segundo entrenador del equipo de arriba, en la Asobal. Tiene mucha experiencia y como persona me han hablado maravillas de él, todas las referencias son buenas. Estoy ilusionada e Imanol seguro que también lo está, para él será un reto el balonmano femenino".

una de las guerreras olímpicas

"Me llaman la mediática"

La agotadora temporada no acabó para Eli Pinedo hace nueve días en Castro, ya que hoy mismo se incorpora -junto a Patri Elorza- a la concentración de la selección española para disputar un torneo amistoso en Seúl del 23 al 26 de mayo y luego un play-off clasificatorio para el Mundial 2013 frente a Macedonia el 1 y 7 de junio. "La verdad es que estoy muy cansada, así que a partir del 8 de junio me gustaría tener vacaciones para ponerme a tope de cara al inicio de la próxima pretemporada el 1 de agosto". Unas vacaciones que aún no tiene garantizadas, ya que España disputa del 20 al 30 de junio los Juegos del Mediterráneo y Jorge Dueñas, seleccionador estatal, podría contar con ella.

Con la selección, Eli Pinedo ha logrado tantos éxitos como con los clubes: en los últimos cinco años ha ganado una plata en el Europeo de Macedonia, un bronce en el Mundial de Brasil, donde precisamente un gol suyo ante el anfitrión valió el pase a semifinales, y un bronce en los Juegos Olímpicos de Londres. "Todas las medallas las valoras, pero los Juegos son lo máximo. Jugamos muy bien y fue muy especial".

Ese bronce en Londres les valió a todas las jugadoras el apelativo de guerreras olímpicas y también para empezar a ser rostros conocidos en un deporte que siempre pide atención en los medios para sobrevivir. "En el equipo me llaman la mediática", reconoce riéndose la alavesa, que siempre se presta a entrevistas, fotos y demás, con tal de dar a conocer un poco más su deporte: "A la vuelta de los Juegos he notado que me conoce mucha gente. Empezamos a ser conocidas y aquí en Donostia más con el Bera Bera".