Donostia. Llega la hora de la verdad. El momento de que el Lagun Aro GBC demuestre si va a ser capaz de darle la vuelta a su angustiosa situación y lograr una salvación que a día de hoy se antoja complicada. Tras superar sus dos duelos posteriores a la Copa con un necesario triunfo ante el Valladolid y una esperada derrota en Bilbao, el conjunto de Sito Alonso afronta ahora dos finales, dos partidos absolutamente decisivos, que marcarán la temporada y sus opciones. El primero llega esta tarde, en Illunbe, ante el Manresa (19.15 horas).
El duelo entre el último y el penúltimo de la ACB, ambos empatados con cuatro victorias, a dos del equipo que les precede en la tabla (Fuenlabrada), promete ser dramático. Tanto el Lagun Aro como el Manresa son conscientes de que el que pierda se quedará hundido, prácticamente sin opciones de permanencia. El que gane, en cambio, acortará distancias respecto al Fuenlabrada, que mañana tiene un difícil choque en Badalona. Además de para acercarse al penúltimo, el Lagun Aro quiere ganar para abandonar por fin el puesto de colista en el que lleva instalado demasiado tiempo, ocho jornadas. De cara al futuro, dejar al Manresa a un triunfo y con el average ganado (los guipuzcoanos se impusieron 88-89 en el Nou Congost), puede tener una importancia tremenda, ya que en caso de no lograr la salvación pero acabar penúltimo se podría ver favorecido por una hipotética renuncia de alguno de los dos ascendidos de LEB, como ya sucedió el pasado año. Es una opción de la que no se habla abiertamente, porque todos quieren salvarse en la cancha, pero que está sobre la mesa.
El equipo de Sito no puede fallar, principalmente por dos motivos. El primero, porque juega en casa y ahí se está sintiendo cómodo en los últimos choques al amparo de su público. El segundo, porque el Manresa viene sin dos de sus titulares, Javi Rodríguez y Charles Ramsdell, lesionados de gravedad el pasado viernes. El equipo de Ponsarnau ha quedado cojo sin ellos y en Illunbe se va a encomendar más que nunca a Josh Asselin y Troy DeVries, que la semana pasada se exhibió con 34 puntos frente al Joventut. Junto a ellos destacan dos ex del GBC como son Salva Arco y Arteaga.
El Lagun Aro tendrá la duda hasta última hora de Qyntel Woods, que ha estado casi toda la semana con fiebre en la cama. El ala-pívot se ha convertido en las últimas semanas en un jugador clave y su presencia se antoja muy importante. Si Woods, Finley, Papamakarios y Doblas mantienen su nivel y el equipo vuelve a encontrar el tono defensivo, la victoria no se puede escapar hoy de Illunbe.