aBRIR una temporada, y un proyecto, con derrota en casa ante un recién ascendido que se presenta como uno de los equipos a priori más débiles de la competición es la peor manera de empezar, y eso es lo que le ocurrió al Lagun Aro GBC el domingo en Illumbe frente al Obradoiro. Las sensaciones fueron malas y la afición salió del pabellón desencantada, pero Sito Alonso no pareció tan preocupado después del choque y habló de levantar el ánimo y pensar inmediatamente en el siguiente compromiso.

En este sentido, lo cierto es que el Lagun Aro solo puede mejorar en las próximas citas -el jueves en el Polideportivo Pisuerga y el sábado en casa frente al Unicaja- porque el domingo hizo casi todo mal. A los problemas en el juego interior que se intuían, se añadió el mal partido de jugadores importantes que llegaban en buena forma al inicio de temporada, la poca aportación del banquillo, los nervios del estreno y una defensa menos intensa que la exhibida en la pretemporada.

problemas en el juego interior

Adeleke y Betts necesitan tiempo

Hoy por hoy, el juego interior del Lagun Aro no ofrece garantías. El gran problema es que los dos últimos pívots en llegar, Kenny Adeleke y Andy Betts, están fuera de forma y no pueden dar relevos de garantías. El nigeriano jugó diez minutos en los que sufrió bastante en defensa y el británico solo pudo jugar cuatro, lo que demuestra lo lejos que está de su mejor nivel físico. Ambos necesitan tiempo, aunque es de esperar que no mucho. A esto se añade que Doblas se quedó en cuatro puntos y un rebote y que Lorant apenas aportó. Además, fueron incapaces de cerrar el rebote, faceta que dominó el Obradoiro.

baron, salgado, papamakarios...

Mal día de varios jugadores

Doblas no fue el único jugador de referencia que no dio la talla el domingo. No estuvieron al nivel esperado Javi Salgado, que anotó once puntos pero que no pudo poner el ritmo adecuado al partido y casi no repartió juego, y Jimmy Baron, que tuvo un partido negado de cara al aro. Tampoco los jugadores que salieron del banquillo estuvieron bien. Neto y Papamakarios parecieron acusar los nervios de su debut, lo cual es normal en el caso del brasileño pero que sorprende más con el griego. El caso es que ambos acabaron con valoración negativa (-2).

la defensa, solo al final

"Presión blanda"

Uno de los puntos fuertes de este Lagun Aro debe ser la defensa y el domingo no fue así. De hecho, el Obradoiro rompió el partido en el segundo y tercer cuarto, en los que anotó 48 puntos. Sito calificó la presión que hicieron sus jugadores como "blanda". El equipo solo reaccionó al final, con una defensa agresiva, pero ya era tarde. No robar balones y no dominar el rebote repercutió en el ataque, ya que el GBC no pudo correr.