"Vamos a responder en el agua"
Mendi confía en que la Donostiarra se acerque algo más a las grandes traineras en un viaje "a corto-medio plazo"
JOSÉ Ramón Mendizabal, entrenador de la Donostiarra, clasificada de oficio para remar mañana la primera jornada de la Bandera de La Concha, parecía uno de los espectadores más tranquilos durante la eliminatoria del jueves. "¿Tranquilo? Con el nivel de los equipos que vi, es como para estar nervioso...", bromea. En su fuero interno, se siente respaldado por sus remeros: "El final de liga ha sido bueno, con algunos resultados majos que podían haber sido mejores con un poco de suerte. Pero el equipo llega entero y con ganas de agradar en casa".
Mendi, que en 2008 vivió con Zarautz la amargura de quedarse a las puertas de clasificarse para la Bandera de La Concha, goza ahora de un privilegio que no criticó cuando la Enbata acabó en la octava plaza. "La invitación es una medida proteccionista del Ayuntamiento, pero no por eso nos relajamos, porque estamos obligados a responder en el agua con una mejora deportiva continua. Y vamos a responder. Del inicio de la Donostiarra (2008) a aquí se han recortado ostensiblemente las diferencias con el resto de equipos, y este año esperamos recortar otro poco más con la idea de competir en igualdad en un corto-medio plazo".
Mañana, bogarán en la primera tanda junto a Kaiku, Urdaibai y Pedreña. Casi nada. "No nos podemos volver locos e intentar competir con esta gente, porque damos por hecho que son superiores. Debemos limitarnos a hacer nuestra regata. Al equipo, el mensaje que le doy es que debemos ir, dar la ciaboga y volver en el menor tiempo posible. Para eso, hace falta una cabeza muy fría".
Sin embargo, su mente, es un hervidero estos días. "Es difícil cuantificar cuánto nos pueden sacar. Más que en eso, me guío por las sensaciones y seamos capaces de rendir a nuestro mejor nivel. Si lo logramos, con una mar como la de la eliminatoria, nosotros tendríamos que haber andado alrededor de los 20 minutos, lo que no está mal. Con mala mar, la cosa cambia. Pero los resultados de la temporada, que han sido mejores a los de 2010, nos dan ese poso de tranquilidad", argumenta.
A su juicio, "hay un gran favorito, que es Kaiku. Por potencial, y por el entrenador que tienen, que es difícil que falle en La Concha. No creo que esta vez se le escape. La esperanza guipuzcoana es Hondarribia, que no estará lejos. A Astillero les veía dentro de la clasificatoria, pero no peleando por la bandera. Y no me olvido de Urdaibai".
Objetivo cumplido
Tanda de honor de la ARC-1
Cuando Mendi asumió en 2009 las riendas de la Donostiarra, lo hizo con la obligación de elevar año a año el nivel deportivo. En 2011, el listón lo han subido hasta la tanda de honor de la ARC-1, con un segundo puesto en la crono de Bilbao. "Vamos dando pasitos, y cumplimos el objetivo inicial de entrar en la tanda de honor, que era complicado porque había cuatro equipos un poco superiores al resto", en referencia a Portugalete, Zierbena, Lekittarra y Santurtzi. Pero "a lo largo de las catorce regatas, un poco por fortuna y otro poco por méritos propios, entramos ahí".
Eso sí, lejos de la pelea por el ascenso, en la que se metieron clubes económicamente más poderosos. Y este aspecto, el monetario, es un hándicap: "En el remo conviven dos formas de enfocarlo. Por un lado, la semiprofesional y, por otro, la manera en que se ha sentido siempre, más romántica. Ahora, si un equipo recibe una inyección económica importante, tiene muchas más opciones de luchar por el ascenso, pero algunos pensamos que eso es pan para hoy y hambre para mañana. Hay que esperar unos años a ver cómo afecta la crisis al remo y los patrocinadores".
Sin lamentar esas limitaciones, Mendi valora que "solo cuatro clubes tenemos una trainera B: Orio, San Pedro, Hondarribia y nosotros. Vamos por el camino correcto. Ahora hay que confiar en que la inyección económica persista y que los agentes que intervienen alrededor del proyecto unifiquen un poco más sus criterios, para que sea un proyecto de futuro". El presente pasa por que "haya 40 chavales remando y también una afición que es un gigante que está ahí y que hay que despertar para que en Donostia no se hable de remo solo en La Concha".