El (pen)último coletazo de Orio
Los 'Aguiluchos' descienden a la ARC- 1 pese a ser séptimos y batir a Camargo en CAstroKaiku dominó de inicio a fin para finiquitar su octavo triunfo y casi la liga; la 'Libia' ata la octava plaza y bogará hasta el final
Donostia. Iñigo Arruti Txabola, un fornido oriotarra de 42 años, que las ha visto de todos los colores, hombre de club, entrenador de la segunda trainera y al que José Luis Agirre recurrió desde la Ikurriña de Zarautz cuando pintaban bastos en la Mirotza, lloró como un niño ayer en su tosta de la San Nikolas, amargamente desconsolado, pese a que su equipo, Orio Amenabar, acababa de realizar posiblemente la mejor regata de la temporada, al menos la más meritoria. No sirvió de gran cosa, pese a que los aguiluchos cumplieron su parte: superaron a Camargo tras ganar su tanda, pero solo lo hicieron con un margen de 62 centésimas en el que no entró la trainera salvadora que necesitaban para evitar el descenso directo a la ARC-1.
Por un momento, Jon Salsamendi, oriotarra, exremero y extécnico aguilucho, pudo echar el último cable, pues Astillero se intercalaba entre Camargo y Orio a falta de un solo largo, en el que la San José XIV se vino abajo. Los amarillos aún disponen de un salvavidas, pero deben nadar demasiados metros entre tiburones judiciales para alcanzarlo: por si acaso, participarán en el play-off de permanencia y, si lo resuelven favorablemente, deberán aguardar el desenlace de la Operación Estrobo, que podría desencadenar la exclusión de Urdaibai, con lo que reemplazarían a la Bou Bizkaia.
Ante este panorama, de poco consuelo le vale a Txabola la notable séptima plaza de ayer en la Bandera Flaviobriga a 37 segundos de Kaiku -octavo triunfo de los verdinegros y casi matemáticamente la liga-, o que Orio se apee de la elite como el colista con más puntos -45, aunque Tirán sumó 40 en 2004, lo que supone un promedio de 2,85 puntos en las 14 citas, por 2,81 de Orio en 16-, o que lo haga por un mísero punto, a menudo rifado por centésimas o por una ola como la que el sábado cogió Zumaia para remontar a los oriotarras casi ya en la meta.
Para el epílogo de su novela negra, el tándem Agirre-Altxerri repitió con la añeja y laureada San Nikolas, pero varió sus dos marcas: adelantaron a Josu Indo (24 años) y Unai Etxeberria (casi 23), para buscar el poso de Txabola y Axier Kolina (casi 39). No les fue mal, pues Camargo intentó sacudirse de Orio en las primeras paladas, pero los aguiluchos no se descompusieron, pese a ir siempre a remolque. Ni siquiera cuando, tras una gran primera maniobra de la Virgen del Carmen, se retrasaron hasta en cinco segundos. Pero aguantaron ahí y aprovecharon las últimas vagas que poblaban la ensenada de Brazomar para echarse encima de Camargo. Los cántabros dieron una vuelta de tuerca de brankas, pero Orio destapó al fin la calidad y la fe que permanecían ocultas en algún lugar de su bote, para dar su último coletazo y remontar en popare para avivar el fuego de la esperanza.
Sin embargo, en la segunda tanda, San Pedro vació el extintor sobre la llama oriotarra al descolgarse demasiado, aunque conservó la octava plaza que les permitirá remar en las dos últimas regatas, de las que se despide Zumaia con los deberes hechos con nota. Sin embargo, cuando el viento de Astillero alimentó las brasas de Orio, llegó el jarro de agua fría definitivo. Muy por delante, Tirán se hizo con la tercera plaza con el mismo equipo con el que ganó el sábado en Orio. Por el contrario, Kaiku y Urdaibai montaron más titulares, y la Bizkaitarra negra se salió sin dar opción a Hondarribia y San Juan.
Pero el jueves, en La Concha, se rodará una nueva película.