donostia. La noticia ayer en Portugalete fue la exclusión de Urdaibai, sí. Los de Bermeo estaban completando una gran regata, sí. Por la calle dos, estaban sometiendo a la anfitriona Kaiku, sí. Sin embargo, la Bou Bizkaia echó todo al garete al abordar a Astillero tras la segunda ciaboga, sí. Hasta entonces llevaban el mejor tiempo, sí. Pero estaban empatados con Hondarribia, que nadie lo olvide. Porque en el instante del choque de palas que calentó un ambiente ya de por sí explosivo, la Ama Guadalupekoa aventajaba en cuatro segundos a la Bizkaitarra, que finalizó a quince; a San Juan le sacaba 17 segundos, que en la meta acabaron siendo 30; y a Astillero le llevaba 20, que al final fueron 45, lo que dejó a la San José XIV, que llegó a ser líder en Galicia, última tras Camargo.

¿Qué habría pasado con Urdaibai en el agua? La pregunta no encuentra una respuesta más allá de las elucubraciones, pero mucho deberían haber remado los vizcainos para batir a los hondarribiarras, que vencieron con la misma tripulación que ganó en Moaña y se hizo con el título guipuzcoano. Como en Moaña, los verdes ondearon la Bandera Ambilamp tras doblegar en la segunda tanda a San Pedro, que acabó la regata segunda a nueve segundos. Tras ser séptima el sábado, la Libia se mete en la segunda tanda a costa de Zumaia, que cae a la décima plaza con cuatro puntos sobre Orio.

Aunque al tratarse de una marea muerta no hubo tantas diferencias de calles como otras veces, en estas maniobras llegó el lío, al igual que sucedió con Santurtzi en la ARC-1, que también fue excluida. Sin embargo, la Sotera llegó a meta y recurso le devolvieron los puntos, lo que motivó otra impugnación por parte de Isuntza y Zierbena aún por resolver.

El incidente ayer llegó en la tanda de honor, en plena pelea de gallos., y con Kaiku y Urdaibai en las calles 1 y 2, las deseadas ayer. Se presumía un duelo de alto voltaje, ya cuando José Luis Korta y José Manuel Francisco cambiaron de arriba abajo sus alineaciones tras conocer la benevolencia del sorteo.

El juez de mar debió intervenir ya en el primer minuto, para sancionar con tres segundos -intrascendentes en la clasificación- a San Juan, que se fue a babor para montarse en la corriente que empujaba la calle tres, y tocó sus palas con Astillero, lo que descentró algo a ambas.

Ese largo fue titánico, pero las cuatro empeoraron el registro de Hondarribia. Tras el ecuador del segundo -en el que los botes huían despavoridos al abrigo de los muelles de Portugalete y Las Arenas-, Urdaibai comenzó a amasar segundos a su favor a 38 paladas por minuto. En la ciaboga -la maldita ciaboga-, eran tres sobre la Bizkaitarra, aunque calcaban a la Ama Guadalupekoa.

Al final de la maniobra, Xabier Zulaika recogió pronto el espaldín y la Bou Bizkaia se abrió hacia la calle tres. Por ahí venía el otro tren azul. Lur Uribarren se desgañitaba: "¡Babor, dejar de remar!". La pala del ankeko de estribor astillerense saltó por los aires y unos segundos después Urdaibai era descalificada, para desazón de unos remeros que llevan la rabia instalada en sus tostas. Fernando Rúa, su marca de babor, sugería a gritos "una sanción de tres segundos". Se oyeron acusaciones de "atraco". Lo habitual en pleno calentón, y la regata quedó desangelada: Kaiku fue cediendo tiempo a Hondarribia, San Juan rearmó su remada y Astillero desconcertada.

La segunda contó con unas condiciones algo mejores que el resto, con algo menos de corriente y viento que la tercera. De ahí que Hondarribia, San Pedro, Tirán y Pedreña acabaran entre las cinco primeras.

La txanpa inicial dejó ya las dos proas guipuzcoanas dos segundos por delante de sus rivales. La vuelta fue preciosa. Hondarribia se pegó a la calle cinco, mientras Pedreña trataba de impedir que San Pedro se aprovechara de la calle uno. El desgaste era enorme.

Tras el segundo viraje, la Ama Guadalupekoa y la Libia, ambas por la calle tres, se distanciaron, mientras se abría un hueco de dos traineras entre ambas. El triunfo verde ya no peligró, mientras los morados esta vez se quedaron en su calle.

En la primera tanda, en el que la corriente apenas tiró, Orio no desaprovechó el factor calle para coger moral y remontar a Castro en el último largo por la autopista de la calle cero. Camargo sufrió por la calle tres, mientras Zumaia acabó novena, a medio segundo de San Juan tras la sanción, lo que la somete a la Telmo Deun a la primera tanda. A la segunda cayó Astillero, abordada por San Juan y luego por Urdaibai. Los bordados fueron cosa de Hondarribia.