Vitoria. Josean Querejeta, el presidente del Caja Laboral de baloncesto, anunciará en breve su disposición a tomar el relevo de Alfredo Ruiz de Gauna como máximo accionista del Alavés. Aunque aún faltan unos pequeños flecos, el grupo inversor que lidera el máximo responsable del Baskonia ha dado todos los pasos para garantizar la viabilidad de un proyecto que pretende sacar al conjunto vitoriano de la ruina constante en la que ha vivido durante las últimas temporadas.
El trayecto hasta llegar al momento en el que Querejeta hará oficial esta decisión no ha resultado sencillo. Más bien al contrario. La gente de su entorno asegura que acogió la idea con gran ilusión, pero también que han sido varios los momentos en los que su ánimo decayó por las dificultades que se ha ido encontrando por el camino. Una vez alcanzados los acuerdos con las instituciones y las principales fuerzas políticas del territorio, y asegurada la viabilidad financiera del proyecto, el máximo mandatario del Baskonia está en disposición de dar el paso que se aguarda en Vitoria desde hace meses.
Tres condiciones Josean Querejeta (nacido hace 54 años en Lazkao), que lleva meses cocinando su inminente desembarco en el club del Paseo de Cervantes, había fijado tres condiciones antes de lanzarse al vacío. La primera de ellas, el apoyo institucional -sobre todo de la Diputación- que avalase la estabilidad económica de su aventura, la ha conseguido tras multitud de reuniones en las que las tres principales fuerzas políticas del territorio alavés (PNV, PSE y PP) han mostrado su respaldo y se han implicado en la empresa.
Las otras dos garantías que pretendía asegurarse el actual presidente del Caja Laboral están más relacionadas con la realidad de un club que está pasando por un duro momento y que necesita oxígeno monetario: el apoyo de la masa social alavesista y poder firmar con los actuales rectores una transición apacible, en absoluto traumática, que conllevaría incluso la dimisión del consejo de administración que preside ahora Alfredo Ruiz de Gauna y la formación de un equipo gestor que gobierne el club hasta la entrada de la nueva directiva.