donostia. El caso Contador casi va a capítulo por día. El último lo protagonizan los supuestos análisis realizados por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) a varias piezas de carne del establecimiento donde José Luis López Cerrón compró el solomillo que el tricampeón del Tour de Francia comió en Pau los días 20 y 21 de julio, en los que no se habrían encontrado restos de clembuterol, la sustancia con la que el pinteño dio positivo durante la ronda gala, cuando el laboratorio de Colonia detectó en su orina 50 picogramos del citado anabolizante. De igual modo, una agencia de detectives tampoco detectó la presencia del producto en cuestión en el matadero que suministra el género a la carnicería irundarra.

Pese al dato, recogido en el informe enviado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) a la Federación Española (RFEC) y dado a conocer ayer por el diario El País, el equipo de abogados de Contador, a través de un comunicado, desmintió "rotundamente" las informaciones "según las cuales supuestamente se desmontaría" la teoría de la intoxicación alimenticia -que es la única hipótesis sobre la que trabaja la defensa del corredor-, al considerar que en el dossier remitido por la UCI "no se puede determinar que la carne no estuviera contaminada". Según los letrados de Contador, el informe no deja constancia de ningún análisis de la carne y se limitaría a un mero interrogatorio al regente de la carnicería y a algunos de sus proveedores, "con la respuesta esperada".

Asimismo, concluyen que el informe de la UCI "adolece del rigor necesario (...) para que se pueda acusar a Alberto Contador" de incurrir en un "acto de dopaje". La AMA habría fundamentado sus conclusiones en un estudio de la Unión Europea correspondiente a 2008, en el que sólo en uno de los casi 300.000 análisis de carne realizados se consideró la posibilidad de un engorde ilegal del ganado mediante clembuterol. Sin embargo, la defensa de Contador considera que "el sistema actual de control de la carne en la Unión Europea no es inquebrantable ni suficiente para detectar sospechas de fraude", al recordar que en aquel informe de 2008 -el último elaborado-, "sobre un total de 27 millones de bovinos sacrificados en la UE, se analizaron un total de 122.648 muestras (el 0,48%), de las cuales en solo 22.518 casos se buscó rastro de beta agonistas, entre ellos clembuterol".

Asimismo, para desmontar la teoría de la intoxicación, el informe presentado por la UCI recoge que los ganadores no sacrifican las reses engordadas ilegalmente antes de los 20 días desde la última dosis de clembuterol suministrada, a fin de que desaparezca su rastro de la carne a comercializar. El bufete contratado por Contador considera esta argumentación de "falaz", al estimar que, por el mismo razonamiento, "es absurdo que ningún deportista" se dope, "sobre todo porque en el deporte los controles son muchos más abundantes" y "sofisticados".

Contador mantiene su inocencia y su deseo de presentar sus alegaciones ante el Comité de Competición de la RFEC, que será quien deba juzgar un caso que se complica cada día.