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Regreso a la realidad

Un monumental atasco ofensivo en el segundo cuarto condena a un Lagun Aro GBC que se dejó llevar en la recta final del encuentro para acabar perdiendo por treinta puntos

Anotando cinco puntos en un cuarto es dificilísimo, por no decir imposible, ganar a un rival de la entidad del Real Madrid. Si a eso le unimos los 25 balones perdidos por el equipo el resultado es el de ayer.

Tras un inicio prometedor, un monumental atasco ofensivo de los donostiarras condenó al GBC, que acabó bajando los brazos antes de tiempo.

En el partido hubo más aspectos negativos que positivos por el bando guipuzcoano, pero puestos a ser positivos, mejor que estos desajustes se den en canchas en las que la victoria es tan difícil como en la del Real Madrid que en la de rivales directos.

Siendo justos, el inicio de partido para el Lagun Aro fue excelente. El equipo de Laso encontraba buenos tiros y acertaba desde más allá de 6,75 para alcanzar los ocho puntos de ventaja (11-19). Panko y Baron, con tres triples en este parcial, destrozaban la defensa local.

Al final del primer cuarto se llegó con 16-23 en el luminoso con un Real Madrid que únicamente se mantenía en el marcador gracias a los tiros libres que le proporcionaba una sospechosa labor arbitral.

En el comienzo del segundo parcial llegó la debacle donostiarra. Las continuas pérdidas, unidas a una gran defensa madrileña, con Fischer como líder, permitían al Real Madrid romper el choque.

Tras más de seis minutos sin anotar, en los que Tucker y Garbajosa no tomaban respiro en ataque, un mate de un voluntarioso Miralles rompía la sangría. El Lagun Aro se marchaba al vestuario con 39-28 en el marcador y un panorama muy negro por delante con las tres faltas de Panko y las dos con las que contaba David Doblas.

En el tercer cuarto pareció que los de Laso salían con el ánimo renovado. Las buenas acciones de Doblas en ataque eran contrarrestadas con el acierto de Sergio Rodríguez por parte madridista. El Real Madrid buscaba continuamente el 1x1 al poste bajo, tratando de provocar la tercera falta de Doblas, que llegaría en forma de técnica, nuevamente excesiva por parte de los árbitros.

Con 14 de puntos de desventaja, el Lagun Aro ofreció su peor imagen en el último cuarto. A los donostiarras no se les puede exigir conseguir la victoria ante el Real Madrid, pero tampoco se puede permitir la imagen ofrecida por el equipo en esta última parte del encuentro.

Mala imagen El equipo guipuzcoano dio sensación de apatía y de bajar los brazos antes de tiempo. Un Madrid con el partido sentenciado se hartaba a finalizar contraataques mientras que el GBC, con nula circulación de balón, agotaba los 24 segundos sin lograr ninguna posición de tiro clara. El marcador final reflejó un 83-53 que nadie esperaba tras el desarrollo del primer cuarto.

El GBC dejó muy buenas sensaciones en ese primer parcial. Sin embargo, a partir de ahí el equipo fue un espejismo de lo que en otras ocasiones ha demostrado. La dirección en la cancha dejó mucho que desear, el número de perdidas es inadmisible para un equipo ACB, pero lo peor de todo es la sensación de desgana que mostró el equipo en el último parcial.

Capítulo aparte merece la labor arbitral, que mantuvo al Madrid en el partido durante el primer cuarto con dudosas decisiones. Los 18 equipos de la ACB se merecen el mismo respeto.