"a partir de ahora vamos a ver a otro Patxi Ruiz". La afirmación tiene relevancia porque proviene de alguien que conoce a la perfección al zaguero estellés: su padre, Jesús. Ayer le ayudó a escoger el material con el que el próximo sábado debutará en el Labrit contra el guipuzcoano Mikel Olaetxea en el Cuatro y Medio, un campeonato en el que, "si Patxi juega bien, puede dar un susto a más de uno". No obstante, el padre y botillero de Ruiz no desaprovecha la oportunidad para restar presión a su hijo: "Hay que entender que Patxi no tiene muchas opciones en el cuatro y medio porque hay muchos especialistas que son los que verdaderamente cuentan para ganar la txapela: Irujo, Barriola, Bengoetxea...".
Jesús Ruiz cree que la tara que ha frenado la progresión de su hijo Patxi en los últimos años es producto de una mezcla de factores físicos y psicológicos. "La espalda le ha dado muchos problemas y a veces se veía incapaz de levantarse. Pero con paciencia ha salido adelante y ahora está en un momento muy bueno. Le veo como nunca". Además, Jesús considera que "no se cree que puede jugar bastante más en las competiciones individuales. Le falta un poco de ambición, pero ahora le veo más ambicioso que nunca". Pero son cosas del pasado, porque "Patxi está muy bien en la actualidad. Está jugando con alegría, que es lo que le faltaba. Antes no tenía alegría ni ilusión, pero ha vuelto a entrenar bien y creo que aún puede ir un poco más hacia arriba. Si se lo cree, tiene un importante margen de mejora".
buenos entrenamientos Para preparar su participación en el acotado, Ruiz ha aprovechado la inercia del buen juego que ha exhibido durante el verano -periodo en el que ganó los torneos de parejas de las ferias de San Fermín, Zarautz y San Mateo-, tres buenos entrenamientos con otros tantos compañeros de empresa -Jokin Argote, Iñigo Díaz y Mikel Urrutikoetxea- y el duelo de semifinales del Torneo Nitro del cuatro y medio, partido en el que estuvo muy cerca de sorprender a Oinatz Bengoetxea.
Tan próximo estuvo del triunfo que, según dice su padre, "pocas veces tendrá una ocasión tan clara para ganarle". La versión que maneja Jesús Ruiz de aquel encuentro es la que señala que "Patxi lo tuvo ganado porque acorraló a Oinatz. El problema es el de siempre, que no terminó de creerse que podía vencer y desaprovechó una oportunidad muy buena de hacerlo".
Pero de los errores también se aprende. De los que cometió Patxi Ruiz en el partido contra el delantero leitzarra, su compañero durante el triunfal verano de ambos, y de los que ha ido driblando de mejor y peor manera durante su dilatada carrera profesional -el estellés tiene 30 años y debutó hace casi 12-. "Patxi ha tenido dos años muy malos", explica el padre y botillero del zaguero de Asegarce, "pero le han servido para madurar mucho. Ha visto de cerca la realidad del deporte profesional y ahora se está tomando todo mucho más en serio. Le ha ido muy mal, ha visto la realidad de la competición, que nadie regala nada y no ha aprovechado sus oportunidades, pero creo que a partir de ahora va a empezar a aprovecharlas".
consejos de padre En la recuperación mental de Patxi Ruiz ha tenido mucho que ver el apoyo que ha encontrado el estellés en su entorno más cercano, un grupo de gente en el que destaca la presencia de su padre, que siempre ha estado cerca en el desarrollo de su hijo como pelotari. Asegura Jesús que, "para un padre, es más duro asesorar a tu hijo que a un deportista cualquiera al que no te une nada. Es más duro porque muchas veces te puede la pasión".
Jesús nunca fue pelotari, "pero en casa siempre ha existido mucha afición por la pelota" y que sus consejos tienen más que ver con la teoría que con la práctica. Sufre menos que Patxi porque "al final es él el que se lleva los palos si las cosas van mal" y confía en su victoria en el partido del sábado: "Si hace su juego, debe ganar a Olaetxea".