NO vive el ciclismo vasco épocas de vacas gordas. Es lo primero que se observa tras el discreto papel de los ciclistas vascos en el Tour a Francia que concluyó el pasado domingo en los Campos Elíseos de París. Lejos quedan los podios de Joseba Beloki o la ilusión que despertaba Iban Mayo, con la marea naranja en su auge. De hecho, fue el propio Iban Mayo en 2003, en el Alpe d"Huez, quien consiguió una de las últimas victorias del ciclismo vasco. Después desierto. Actuaciones destacadas sí, como la de Haimar Zubeldia y Mikel Astarloza, quinto y noveno, respectivamente en 2007. Tierras áridas otra vez. Hasta el oasis de 2009. El año de las victorias de Mikel Astarloza en Bourg St. Maurice y la de Juanma Garate en el mítico Mont Ventoux. Dos victorias que dejaron el listón demasiado alto. No vive sus mejores tiempos el ciclismo vasco. Y sin embargo, dos de los ciclistas que más ilusión despiertan ahora mismo, Igor Anton y Beñat Intxausti, no fueron de la partida en la salida de Holanda, porque estarán en la Vuelta a España.

De Rotterdam partían 13 ciclistas vascos. La nómina, como de costumbre, la completaba sobre todo Euskaltel-Euskadi, que aportaba ocho ciclistas a uno de los pelotones con menor presencia vasca desde que el conjunto naranja disputa la ronda gala. Los elegidos en Rotterdam eran: Egoi Martínez, Gorka Verdugo, Amets Txurruka, Juanjo Oroz, Rubén Pérez, Alan Pérez, Iñaki Isasi e Iván Velasco (Euskaltel-Euskadi); Iban Mayoz, Arkaitz Durán y Aitor Pérez Arrieta (Footon Servetto), Juanma Garate (Rabobank) e Imanol Erviti (Caisse d"Epargne).

Euskaltel-Euskadi partía el 28 de junio del aeropuerto de Loiu con la intención de buscar un triunfo de etapa y arropar a su líder, Samuel Sánchez, de cara a la clasificación general. La lucha por el tercer cajón del podio en la que se vio inmerso el ovetense hizo cambiar los planes iniciales de Igor González de Galdeano, que varió por completo los objetivos del equipo, pendiente de arropar a su líder desde la segunda semana. Un gran trabajo que, desgraciadamente, queda deslucido después de que Denis Menchov, imparable, barriera a Samu en la contrarreloj de Burdeos.

El conjunto naranja se dejó ver en carrera a pesar de perder en la primera semana a Juanjo Oroz y Amets Txurruka, dos hombres con presencia en las fugas del Tour. Curiosamente, hubo más presencia naranja en las escapadas en jornadas llanas y de media montaña, con las fugas de Rubén Pérez -el ciclista que, como en 2007, más kilómetros escapado ha hecho en el Tour, por encima de los 500-, e Iñaki Isasi, que en las etapas más montañosas, un terreno que se supone se adapta mejor a las cualidades de sus ciclistas.

Por mala suerte o por falta de fuerzas, ninguna de las fugas que tenían un integrante naranja contaba con serias opciones de llegar a meta. Las oportunidades más reales de victoria de etapa por parte de ciclistas vascos vinieron de la mano de las fugas de Juanma Garate, tercero en la estación de Rousses tras Sylvain Chavanel y Rafa Valls, y de Aitor Pérez Arrieta, que entró en la meta de Bagnères de Luchon en la misma posición que el irundarra, por detrás de Thomas Voeckler y Alessandro Ballan.

Otro de los que lo intentó fue Iban Mayoz, al que una caída apartó de finalizar su primer Tour de Francia. Imanol Erviti, el relevo de Txente García en el Caisse d"Epargne también probó fortuna un par de días, pero el de Iriberri no contaba en este Tour con el golpe de pedal que le permitió llevarse una etapa en la Vuelta a España del pasado año.