donostia. Aimar Olaizola y Oier Mendizabal habían jugado con fuego en las dos últimas ediciones del Campeonato de Parejas, pero nunca se habían quemado. En 2008, antes de salir campeones, sellaron su pase a las semifinales en la última jornada de la primera ronda, dependiendo del resultado de un partido ajeno al suyo. En 2009, cuando fueron subcampeones, repitieron la jugada, aunque en esta ocasión sellaron su pase tras un enfrentamiento a vida o muerte del que salieron victoriosos. Pero ayer, en otro ejercicio de funambulismo, navarro y guipuzcoano mordieron el polvo en el Astelena de Eibar. Necesitaban la victoria para acceder a las semifinales, pero cayeron por la mínima. Sus verdugos, Gonzalez y Laskurain, se convirtieron así en la pareja que sacó el único billete que hasta ayer quedaba vacante para la penúltima ronda del torneo.
No contentos con apurar hasta la última jornada de la liguilla de cuartos de final para intentar acceder a las semifinales, Olaizola II y Mendizabal II se complicaron la existencia hasta más no poder, poniendo la victoria en bandeja a sus rivales. Gonzalez y Laskurain se tomaron las cosas en serios y en un abrir y cerrar de ojos adquirieron una suculenta renta de 10 tantos (3-13). Aimar y Oier reaccionaron merced a un pelotazo del zaguero guipuzcoano y al primer tanto en juego con la firma del goizuetarra (5-13), pero sus rivales recuperaron la fabulosa ventaja que habían conquistado de salida (5-15).
un laskurain sobresaliente Hasta ese instante, Aritz Laskurain firmó una actuación sobresaliente. Jugó al ataque, mantuvo a Mendizabal II a su espalda y eludió el peligroso juego de aire de Olaizola II. Con semejantes argumentos, Gonzalez aprovechando el dominio de su compañero y unos rivales que ofrecían su peor versión, daba la impresión de que el choque estaba visto para sentencia. También los nombres de los últimos semifinalistas de la competición. Pero Aimar y Oier resurgieron de sus cenizas, merced a una mezcla de acierto propio y errores ajenos.
Con 7-16 en el electrónico, Gonzalez y Laskurain tenían la victoria al alcance de su mano. Sin embargo, un parcial de 9-0 colocó en el marcador el segundo empate (16-16) de los cuatro que se registraron a lo largo de todo el encuentro. Olaizola II protagonizó entonces sus mejores momentos. El goizuetarra firmó cinco de los seis tantos en juego que logró en la tarde de ayer y aprovechó los errores de sus rivales (tres de Laskurain y uno de Gonzalez), algunos de los cuales llegaron por arriesgar en exceso en su afán por atacar la retaguardia de sus rivales.
El panorama había cambiado, sobre todo por la igualdad en el marcador, pero Gonzalez y Laskurain recuperaron otra vez la iniciativa (16-18). Todo les volvía a ir sobre ruedas, pero el delantero de Askain cometió una incomprensible falta de saque, justo después de haber conseguido su único tanto con el disparo inicial. Con el 17-18, Aimar le devolvió el favor a Gonzalez con una dejada que murió en la chapa tras haber dominado el tanto en el que pudo haber nivelado la contienda a 18. Sin embargo, el siguiente empate fue a 19.
final al ataque Gonzalez y Laskurain volvieron a escaparse en la recta final. Un error de Aimar al ejecutar un gancho, suerte de la que es consumado especialista y con la que ayer sólo fue capaz de apuntarse un tanto, y un pelotazo arrimado de Laskurain les pusieron en la antesala del triunfo (19-21). El delantero de Askain y el zaguero de Soraluze se abrazaron de manera emotiva, pero se apresuraron en cantar victoria. Arriesgaron en exceso pese a tener ventaja y se condenaron a jugársela en el último tanto (21-21). Pero no les pudo la presión. Pasaron al ataque, sobre todo Laskurain, que forzó el error de un Mendizabal II que no podrá disputar su tercera final consecutiva. Tampoco Aimar.