Donostia. Al cambio en la imagen externa que emprendió el Café Baqué la pasada temporada con su maillot negro, le ha secundado este año un giro radical en su filosofía interna, al apostar por una plantilla íntegramente sub"23, con mayoría de ciclistas vascos. De alguna forma, el conjunto durangarra recupera la esencia y el estigma que lo convirtieron en una fértil cantera durante la mayor parte de sus 32 años en el pelotón, algo que había quedado descafeinado en los últimos ejercicios.

El Baqué 2010 hace suyo el lema "renovarse o morir", y sólo dos de sus once corredores ya militaban en sus filas en 2009, año en el que el equipo decano del pelotón amateur no logró triunfo alguno. En las últimas campañas, la escuadra vizcaina ha encontrado muchos problemas para que sus corredores dieran el salto al profesionalismo, sobre todo al no tratarse de una formación convenida con la Fundación Euskadi. En consecuencia, los sub"23 vascos eran reacios a vestir el maillot cafetero, y sus técnicos debían buscar ciclistas veteranos, en su mayoría no euskaldunes. Este año se dará un primer paso para revertir esa tendencia. El proceso incluye, además, la incorporación de Joseba Beloki como director adjunto de Rubén Gorospe.

El lazkaotarra se encargará de la planificación de los entrenamientos del equipo con once ciclistas, de los que nueve serán vascos y siete, sub"21. "Trabajar con los jóvenes es gratificante, y trataré de aportar mi experiencia", indicó Beloki. El ex corredor admitió que "en un futuro" le gustaría enrolarse en algún equipo profesional, pero ni "aún" está "formado" ni "es el momento ideal en el ciclismo".

Los líderes del Baqué deben ser los dos más veteranos, ambos camino de los 22 años: el vizcaino Borja Abasolo, que dejó un buen poso en 2009, y el colombiano Sebastián Tamayo, hermano de Diego, ciclista del Carmiooro. La escuadra la completan los vizcainos Asier Martín, Xabier Arrizabalaga, Jon González, Igor Plaza, Jorge Calcedo y Aitor Alvaré -otro referente-, los alaveses Jokin Morentin y Eneko Murgiondo, y el madrileño Javier López de Hazas.

Gorospe resaltó la "apuesta por la cantera vasca", admitió que dirigirá un plantel "muy joven", pero subrayó su "calidad". Lo que no variarán serán sus objetivos, que pasan por todas las pruebas vascas y la Copa de España, sin el potencial de antaño y sin un líder de la talla de Igor Romero, su estandarte en 2009.

Con la presencia de la alcaldesa de Durango, Aitziber Idigoras, y del presidente de la Fundación Baqué, Erkaitz Elkoroiribe, los directivos del equipo se congratularon por los 84 ciclistas que pasaron a profesionales tras lucir sus colores, como los hermanos Gorospe, los Otxoa, Beloki, Igor Astarloa, Unai y David Etxebarria, Iban Mayo, Peio Arreitunandia... La ilusión es que el siguiente lleve el aroma de 2010.