Tolosa. El cierre de la primera jornada del Campeonato de Parejas de la LEP.M se completó con la disputa del partido más largo (más de hora y cuarto de juego), intenso, duro (se cruzaron 720 pelotazos a buena) e igualado de lo que va de competición. Ocurrió ayer en el Beotibar de Tolosa, frontón en el que Oinatz Bengoetxea y Rubén Beloki ofrecieron un recital defensivo y de resistencia que les valió para iniciar su concurso en el torneo con una importante victoria. Y no les resultó sencillo, ya que enfrente se encontraron con una pareja con mucha pegada y a la que sólo le faltó definición. Zubieta completó un sensacional estreno como titular (conectó golpes con ambas manos de muchos quilates) y Xala ofreció un buen nivel, aunque la diferencia con su rival es que la gran mayoría de sus remates se marcharon a la chapa. Sólo unos centímetros le separaron de la gloria o de, al menos, un resultado más apretado.

El material con el que se disputó el encuentro también tuvo mucha influencia en el desarrollo del mismo. También en el desenlace. Bengoetxea VI y Beloki abrieron brecha con su lote, más pesado y complicado de mover. La renta que adquirieron de salida (3-11) les valió para navegar con relativa facilidad. Hasta que Xala y Zubieta recuperaron el saque y apostaron por unos cueros de mayor bote con los que castigaron a un infatigable Beloki. Por momentos dio la sensación de que el partido se iba a quebrar por el lado del burladés, pero tetracampeón manomanista no se vino abajo. Ni siquiera ante el acoso al que se vio sometido por un soberbio Zubieta ni cuando el binomio de Aspe apretó el electrónico hasta casi forzar la igualada (11-13 primero y 12-15 después).

Para hombres Para paliar la ventaja que Bengoetxea y Beloki habían alcanzado en el inicio, Xala y Zubieta se tuvieron que aplicar al máximo. No se dejaron nada en el camino, pero el delantero lapurtarra no tuvo ayer su día. Se esforzó como el que más, pero casi todos sus remates murieron en la chapa. Lo contrario le ocurrió a un voluntarioso y certero Oinatz, que terminó el choque con unos números extraordinarios: 14 tantos en su haber (incluidos los 4 que logró con el saque) y tan sólo 4 errores). Además, el leitzarra se defendió como un titán, acudió al rescate de Beloki (el burladés tuvo que visitar el vestuario en una ocasión por unas leves molestias en la espalda) en cuanto tuvo ocasión y suyos fueron los tantos decisivos que terminaron por romper el equilibrio de un partido para hombres.