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La gran aventura

Aritz Lasa, valiente, y Beroiz baten a Titín, errático en ataque, y eulate en eibarEl riojano y el navarro se compenetraron a la perfección y supieron deshacer a su favor el empate a 17

césar ortuzar

donostia. "Tenía mucho que ganar". La ambiciosa declaración de intenciones, desde el mismo centro del estómago, una vez extinguido su efervescente despliegue en el Astelena de Eibar ante Titín revela el perfil inconformista de Aritz Lasa, que se ha elevado varios cuerpos para destacarse en los últimos meses como una delantero muy capacitado y apto para cualquier contingencia, incluso para el himalayesco desafío del Parejas. Aguarda el urretxuarra en el banquillo del campeonato por una cuestión más diplomática o curricular, que estrictamente deportiva. Los nombres siguen pesando más que los estados de forma. La jerarquía y el prestigio se imponen aún con nitidez en la pelota, modalidad a la que le falta cintura para adoptar decisiones valientes debido al supuesto trauma que ciertas decisiones pudieran causar. El vértigo que produce el riesgo, inasumible en los sillones precavidos de los despachos, lo manejó, sin embargo, con solvencia Aritz Lasa en la cancha, que jamás se achicó. "Hay que arriesgar si no es muy complicado hacer tanto. Es la forma de sumar".

Aferrado con convicción a semejante mandamiento, el delantero guipuzcoano retrató a Titín, enfocado en el achique, alejadísimo de su mejor versión. El riojano está haciendo un arte de la defensa, ciertamente resulta complicadísimo hacerle un tanto, pero no deja de ser un mal presagio para un manista en el que siempre ha preponderado el trazo atacante. Sucede que al de Tricio le falta pegada, violencia a la hora de cruzar el gancho, -su mejor golpe- para someter a delanteros atléticos y fuertes como Lasa, que además se encuentra en plena expansión desde hace varios meses, una vez adaptado a las exigencias de la Liga de Empresas, después de su gran rendimiento en Frontis, la primera empresa que confió en sus virtudes. No se equivocaron. A pesar de ello, de sus punzantes incisivos, de su vigor, de su cada vez más enérgico posicionamiento, deberá aguardar el guipuzcoano en el banquillo para poder acceder al Parejas.

duelo agitado Demostró estar sobradamente preparado Aritz Lasa, al igual que lo está Beroiz, que sí estará en la competición y con el que compartió tarea en La Catedral ante Titín y Pedro Martínez de Eulate, otro manista que deberá esperar su turno al quedarse sin plaza en el torneo, en un duelo agitado, más emotivo que brillante. Cabalgó el partido al galope; intenso y pleno de ritmo. Así que en la apertura del debate fueron más los errores que los aciertos. El delantero de Urretxu percutía una y otra vez sobre el filo, pero a sus primeras apariciones les faltó acierto y el riojano y Eulate acumularon una escueta renta inicial. El escenario no varió ni un ápice la propuesta de Aritz Lasa que continúo gestionando las misma coordenadas. Bien apuntalado por Beroiz, Lasa volteó el duelo y del 4-2 pasaron a dominar por 8-4. En el tránsito un par de dejadas, una al txoko de zurda majestuosa y otra velocísima al ancho, y un gancho le catapultaron.

Se niveló la contienda en el meridiano fundamentalmente por el saber estar de Titín y Eulate, dos manistas que conocen de sobra los entresijos del oficio, y por los errores de Lasa, que buscaba una y otra vez el remate definitivo a la que tenía ocasión. Además, Eulate cobró mayor vigencia durante ese tramo en un duelo a todo trapo que fue un remolino de sensaciones, con varias cumbres. En ese ir y venir, con lo manistas rindiendo a pleno pulmón nadie era capaz de abrir brecha. Igualada a 17, se resolvió la discusión tras irrumpir nuevamente el espíritu inquebrantable de Aritz Lasa, dispuesto a coronar su gran aventura.