los bañadores de plástico marcaron 2009, el último año en el que se autorizó su uso y en el que el estadounidense Michael Phelps volvió a ser el mejor nadador del mundo.
Por su parte, la natación española dio un paso adelante con once medallas en los Mundiales de Roma: siete en sincronizada, tres en natación y una en waterpolo.
A lo largo de los últimos doce meses, la Federación Internacional de Natación (FINA) se vio superada por la polémica de los bañadores.
El nuevo año trajo nuevas prendas fabricadas con derivados de los polímeros que las hacen impermeables y, entre otras características, dan a los nadadores sobre todo mayor flotabilidad.
En marzo, el gran público comenzó a oír hablar del Jaked y su sorprendente historia. Un fabricante italiano había ideado un bañador de competición con más material plástico que los del 2008, año en el que el Lazer de Speedo ayudó a Phelps a ganar ocho medallas olímpicas en Pekín. La prenda italiana enseguida cobró fama y popularidad y los récords cayeron todavía más deprisa que el año anterior.
La FINA dudó si vetarlo o no y, finalmente, en sus reuniones con motivo de los Mundiales de Roma de 2009, tomó la decisión de prohibir el empleo de derivados de los polímeros a partir de 2010, cuando entrará en vigor la nueva reglamentación que obliga a las marcas a elaborar sus bañadores con material textil y restringe sus medidas limitando su grosor y superficie.
Mientras los dirigentes internacionales dirimían qué hacer, en la piscina de la capital italiana las plusmarcas caían una detrás de otra hasta sumar 43. Otro récord.
el desafío del año
Phelps vs. Cavic
Pero en la natación en 2009 hubo algo más que bañadores. Michael Phelps volvió a demostrar en la piscina del Foro Itálico que es el mejor y con un plan restringido respecto a los Juegos Olímpicos de Pekín subió seis veces al podio para colgarse cinco medallas de oro y una de plata.
El americano centró de nuevo toda la atención y, sobre todo, lo hizo en dos pruebas: los 200 libres, en la que el alemán Peter Biedermann le ganó vistiendo un bañador de última generación, y en los 100 mariposa, en la que Milorad Cavic tenía la opción de vengarse de la final olímpica. El serbio retó a Phelps tras hacer mejor tiempo en las semifinales y le instó a que si quería ganarle se pusiera uno de los bañadores del 2009. El estadounidense no lo hizo, compitió con la prenda antigua, eso sí, de cuerpo entero, y derrotó al Cavic.
El doce veces campeón olímpico sumó oros en los tres relevos, 4x100 y 4x200 libre y 4x100 estilos, y en dos pruebas individuales, los 100 mariposa y los 200 mariposa, y la plata de los 200 libre. Y batió cuatro récords del mundo.
La estrella de la competición femenina fue la nadadora italiana Federica Pellegrini, doble medallista de oro en los 200 y 400 libre, y cuarta en el relevo 4x100.
La hasta hace dos años estrella de la natación mundial, la francesa Laure Manaudou, anunció su retirada, aunque ya estaba de hecho apartada de la alta competición.
la natación española
Una temporada para recordar
La natación española vivió en Roma su mejor mundial con once medallas: una de oro en la prueba combinada de natación sincronizada; siete de plata, seis de ellas en sincronizada y otra en waterpolo; y tres bronce en la piscina olímpica.
Las nadadoras de sincronizada fueron con siete preseas las que más aportaron al medallero español, y dieron la única de oro.
Rafa Muñoz confirmó que está al máximo nivel, y, tras batir en abril el récord del mundo de los 50 mariposa y el de Europa de los 100, en Roma fue el único español que pisó dos veces el podio. Lo hizo en los 50 y 100 mariposa, en el tercer peldaño.
Aschwin Wildeboer demostró una madurez sobresaliente a lo largo de 2009. Si acabó 2008 estableciendo una mejor marca mundial de los 100 espalda en piscina corta, en Roma ganó la medalla de bronce en esa distancia y fue de los pocos nadadores presentes en tres finales mundiales.
También en Roma, Marco Rivera marcó un hito al ser el primer nadador que baja de 15:00 en los 1.500 libre. Rivera estableció un registro que llevaba buscando toda su vida: 14:57.47.
El año finalizó con cinco nuevas medallas en los Europeos de piscina corta en los que el equipo nacional se hizo con cinco medallas: Erika Villaécija, plata en los 800 libre; Mireia Belmonte, plata en los 400 estilos; Wildeboer, bronce en los 50 y 100 espalda; y Alan Cabello, en los 200 estilos.