La importancia del vino en nuestra cultura por el placer que provoca, su papel como inhibidor social y como testigo en las celebraciones sociales y familiares, la complejidad del cultivo de un buen caldo, su actual nivel de consumo, su calidad, la necesidad de cierta educación sobre él en el sector hostelero o su futuro inmediato son algunas de las cuestiones planteadas en un encuentro organizado por el canal multimedia De Pura Cepa de Grupo Noticias en Bilbao que reunió al sukaldari Fernando Canales, el enólogo Alejandro Simó y representantes de Masaveu Bodegas, El Coto de Rioja, Zinio, Pagos de Araiz, Barón de Ley, Ochoa y Lezaun.

José María Herrero, Eduardo Miranda, Juan Pradell, Kike Alonso, Héctor Grijalba, Beatriz Ochoa y Raúl Lezaun reunidos en la mesa del evento. Oskar Martinez

El Hotel Domine bilbaino fue la sede de este encuentro organizado como un acto más del canal multimedia De Pura Cepa, que arrancó en primavera y ha ofrecido ya 362 contenidos con muy buenos resultados. “La audiencia de estos contenidos es bastante destacable, con más de 157.000 páginas vistas y 109.000 usuarios únicos”, indicó Antón Ilarduya, coordinador comercial de Grupo Noticias, que destacó la finalidad de un proyecto que presenta toda la información sobre el mundo del vino tanto “desde el punto de vista social como el de la gastronomía”.

"La audiencia de estos contenidos es bastante destacable, con más de 157.000 páginas vistas y 109.000 usuarios únicos"

El encuentro, moderado por el periodista de Onda Vasca Kike Alonso, arrancó con un diálogo abierto entre el cocinero Fernando Canales y el enólogo Alejandro Simó. El primero consideró que “el problema” del vino es que siempre nos referimos a él desde el punto de vista organoléptico, haciendo referencia a su sabor o niveles, cuando debería plantearse desde “un punto de vista más sencillo” como facilitador para la relajación o el conocimiento entre las personas.

El encuentro fue moderado por el periodista de Onda Vasca, Kike Alonso. Oskar Martinez

“El vino es sinónimo de alegría y de vida, une a las personas. Las comidas de negocios se hacen con vino porque con esta bebida conocemos a nuestro interlocutor. Sin él, no existe el negocio. Como ejemplo, en nuestro restaurante Etxanobe puedo decir que tras el coronavirus se ha brindado más en un año que en los 30 que llevo como cocinero”, destacó Canales. Abundando en su factor de socialización puso como ejemplo una cena de un director ruso de ópera que celebró su cumpleaños en Euskalduna Jauregia con 10 amigos.

“Como manda la tradición en su país, cada uno de ellos eligió un vino e hizo un brindis con él”, expresó Canales, que definió el vino como “testigo de excepción de las cosas más bonitas” de nuestra vida, ya sea en su aspecto familiar o laboral. “La historia se suele contar a partir de las guerras y los episodios trágicos, pero al final los imputs diarios de comunicación son positivos en un 99% . Y ahí, un producto tan nuestro como el vino, no como la cerveza, que puede producirse en cualquier lugar, resulta imprescindible en las relaciones familiares, sociales y comerciales”, apostilló.

“Un producto tan nuestro como el vino resulta imprescindible en las relaciones familiares, sociales y comerciales”

Por su parte, el enólogo Alejandro Simó destacó que “España es el paraíso vinícola” antes de realizar una reivindicación ligada a la cultura social del caldo. En primer lugar, que en Euskadi y el Estado, al igual que en otros países mediterráneos, se ve con envidia que “nosotros bebemos por placer, no para emborracharse”, tal y como sucede en las culturas anglosajonas, China o Japón. Y en segundo, aunque reconoció que favorece “la socialización”, defendió también “el hecho de beber en soledad, que no tiene nada que ver con un problema ligado a la drogadicción; verlo así es una tontería, ya que disfrutamos tanto de un vino solos como de un paseo o un viaje a París”, indicó.

“En Euskadi y el Estado, al igual que en otros países mediterráneos, bebemos por placer, no para emborracharse tal como sucede en otras culturas”

Los asistentes, muy atentos a las explicaciones de los expertos. Oskar Martinez

Las bodegas

Después de que Simó elogiara la calidad de los vinos estatales, especialmente los cultivados en “la zona de tierras comunes de Rioja y Nafarroa”, llegó el turno de los responsables de la bodegas, que, en primer lugar, se centraron en el cambio de consumo del vino, que ahora se inicia con los blancos. “Los jóvenes lo asocian con un vino menos complejo en el que se entra con menos miedo a equivocarse. Es, hoy, sin duda -indicó Chema Herrero, jefe de ventas del Masaveu Bodegas, que incluye a Murua y Pagos de Araiz-, la actual puerta de entrada al consumo de una bebida que se va entendiendo con el paso del tiempo, el aprendizaje y la mejora de la economía de las personas”.

Tras destacar Juan Pradell, director comercial de la bodega Zinio, que ahora “los grandes reservas se consumen en las celebraciones especiales y cuando ya estás licenciado, cuando sabes qué tomar, cuánto vas a pagar y con qué maridarlos”, la mesa redonda prosiguió aludiendo al precio de los caldos. “El vino actual no es realmente caro teniendo en cuenta lo que cuesta elaborarlo”, según Herrero. Los mejores requieren “tiempo, paciencia y meditación”, pero existen “reservas a precios medios y asequibles”, prosiguió. “Todo depende de las sensaciones o expectativas que busques o lo que te aporten. A veces se ve como una experiencia de vida, igual que ir a un buen restaurante o a un hotel, o comprar un coche”, expresó antes de que Héctor Grijalba, director comercial de Barón de Ley, reconociera que “el vino es más que el líquido, a veces se vende la marca, lo que transmite”.

Masaveu Bodegas explicando las propiedades de sus vinos. Oskar Martinez

Los datos dejados sobre la mesa relativos al consumo no son muy halagüeños a pesar del “paraíso vitícola que somos en producción”, prosiguió Pradell. “En consumo somos de lo peorcito, ya que siendo el tercer productor del mundo tras Italia y Francia, estamos en el puesto 13 o 14. Un alemán bebe mucho más que nosotros. Y vamos bajando año tras año, estando ahora a 14 litros por habitante y año frente a los 40 de Portugal”, lamentó antes de exponer que “somos el tercer productor del mundo y lo vendemos más barato que nadie, con exportaciones al extranjero a 1,29 euros por litro”. “El problema es que no hacemos equipo y cada uno va por su lado”, indicó Beatriz, de Bodegas Otxoa.

¿Y cuál es la alternativa a esta situación? Eduardo Miranda, jefe de ventas de El Coto de Rioja, lo tiene claro: exportar “todo lo que se pueda”. Herrero defendió la necesidad de “culturizar” el mundo del vino entre el consumidor y, sobre todo, en el sector hostelero, en el que “hay muchas carencias y desconocimientos” sobre aspectos como dulzura, graduación, temperatura, cepas… “La pedagogía es clave, y también al consumidor hay que guiarlo”, según Raúl Lezaun. “Los niños vienen a ver nuestras 5 bodegas de Olite, a conocer la uva y hasta a vendimiar”, explicó Ochoa.

Cata

Tras la conclusión de la mesa redonda, que en su tramo final se centró en la importancia de la uva, de la naturaleza, la climatología y la labor de viticultor y el enólogo, el encuentro concluyó con una cata informal en la que Masaveu Bodegas presentó un Murua Reserva y Veguin de Murua Gran Reserva. El Coto de Rioja, por su parte, ofreció un Verdejo que “se cultiva en la zona más alta de la Rioja” y Zinio “un Tempranillo blanco y otro de una cepa con más de 60 años”.

Bodegas Lezaun ofreció una muestra de sus mejores caldos. Oskar Martinez

Por su parte, Barón de Ley presentó su “nueva criatura”, un crianza de corte moderno llamado Martín Zurbano, “muy ágil en boca”. Bodegas Ochoa optó por la variedad con blancos, un tinto especial, un rosado pálido llamado Maitena y “los dulces, que son las estrellas de nuestra bodega”, mientras que Lezaun mostró la variedad de sus vinos ecológicos, entre ellos un vino joven Tempranillo de maderación carbónica o una Garnacha blanco.