Las nueve curiosidades del Concierto de Año Nuevo 2026 de Viena

Viena tiene todo listo para el Concierto de Año Nuevo, que como pocos saben, no solo se interpreta el 1 de enero a la 11:15 horas, sino que tiene otros dos pases: este mismo 30 de diciembre y el día 31, como Concierto de Nochevieja.

El programa es el mismo y a buen seguro que a la Filarmónica de Viena le son de gran ayuda para la cita del día 1, cuando millones de espectadores de todo el mundo se conectarán para una cita que este año estrena director: Yannick Nézet-Séguin.

Una audiencia millonaria

La dimensión del concierto de música clásica más famoso del mundo la da su audiencia. Según la ORF y Eurovisión, las entidades encargadas de retransmitir el concierto, este puede alcanzar una audiencia de más de 50 millones de espectadores en 150 países. En el Estado español lo volverá a emitir RTVE, con la narración del donostiarra Martín Llade.

Medidas de seguridad

Acceder a la Sala Dorada de la Musikverein de Viena exigirá más paciencia de lo habitual. Basta entrar a la web de la Filarmónica de Viena para ver el aviso claro: “El escaneo de las entradas personalizadas y su consiguiente verificación con un documento de identidad con foto provocarán tiempos de espera”.

No será solo eso, sino que también habrá escáneres corporales para cada uno de los asistentes, por lo que la propia Filarmónica de Viena recomienda acudir con hasta dos horas de antelación...

Entre celebridades

Habrá que ver si las celebridades que se dan cita cada 1 de enero en la Sala Dorada pasarán los mismos filtros de seguridad. Entre ellos estará el canciller austríaco, el democristiano Christian Stocker, que ha invitado al primer ministro montenegrino, Milojko Spajić, amén de otras personalidades del mundo de la política, la economía o la cultura que podamos descubrir gracias a la realización televisiva...

Un director debutante

La primera novedad que deja el Concierto de Año se encuentra en la tarima: el director franco-canadiense Yannick Nézet-Séguin (Montreal, 1975) tomará la batuta de la Filarmónica por primera vez en este Concierto; No así en otros formatos, en los que ha dirigido a la agrupación en más de 30 ocasiones.

Desde el primer Concierto de Año Nuevo en 1939, un total de 19 directores habrán preparado a una Filarmónica que nunca ha sido dirigida por una mujer. En todos estos años, destaca el austríaco Willi Boskovsky, con 25 conciertos, seguido por el fundador, Clemens Krauss (13) y Lorin Maazel (11).

Un programa con dos compositoras

Con el debate de género abierto, la entrada de Nézet-Séguin, batuta a la que le gustan los ritmos alegres, también ha traído consigo un programa con diversas novedades en el programa tan mediatizado por los Strauss, en el que destacan dos compositoras: la fundadora de la primera orquesta femenina europea, Josephine Weinlich; y la estadounidesne Florence Price.

De la primera sonará el arreglo orquestal que Wolfgang Dörner hizo de la polka-mazurca Sirenen Lieder, mientras que el propio Dörner arregló de la segunda el Vals del Arco Iris que Price compuso para piano.

Un tercio de novedades

De las 15 obras que sonarán en la Musikverein de Viena un tercio serán novedades: a las dos citadas de las compositoras Winlich y Prince (que sonarán en la segunda mitad del concierto), hay que añadir el vals Donausagen (de Carl Michael Ziehrer), el Galop Malapou (Joseph Lanner) y la polca rápida Brausteufelchen (Eduard Strauss). Estas tres sonarán seguidas una vez el concierto arranque con la obertura de la opereta Índigo y los Cuarenta Ladrones, de Johann Strauss hijo.

Intermedio para un museo

Como es habitual, una vez termine la primera parte del programa, compuesta de seis obras, la radiotelevisión austríaca ORF emitirá un documental. En esta ocasión, está dirigido por el director austríaco Alex Wieser como homenaje al 250º aniversario del Museo Albertina, antiguo palacio residencial de los Habsburgo y hoy en día museo de arte.

El grueso, tras la pausa

Con seis de las 15 obras antes del descanso, quedan nueve para la reanudación. Además de las dos obras compuestas por Winlich y Prince, el espectador disfrutará de cuatro obras de los Strauss, padre e hijo una vez la obertura de la opereta La Bella Galatea (Franz von Suppè) abra el fuego: el vals Frauenwürde de Strauss padre (inédita desde 1951, como recuerda Rafael Ortega Basagoiti en Scherzo); y la polca francesa Diplomaten, el vals Rosas del Sur y la Marcha Egipcia, estas tres del hijo.

Entre ellas completarán el programa establecido otras tres obras: el Galop del Ferrocarril de Vapor de Copenhague, de Hans Christian Lumbye, que sonará entre la pieza de Price y el Vals de las Rosas; y el Vals de las palmeras de la paz, Josef Strauss, que cerrará el Concierto como tal conocido.

Triple propina

Aplaude el público de la Musikverein este último vals, pero nadie se mueve, tampoco en casa: faltan las propinas. Este año hay programadas tres, Circus, op 110, de Philipp Fahrbach hijo; y las dos archiconocidas: el Danubio Azul de Strauss hijo y la Marcha Radetzky de su padre.

Entonces ya sí, se podrá conectar con los saltos de esquí desde Garmisch que este año RTVE vuelve a recuperar después de más de una década.

En ese momento, cuando los acordes de la Marcha Radetzky dejen de sonar, con un público siempre más entregado que acertado en la percusión de los aplausos, para más de uno y de dos, habrá comenzado un año nuevo.

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