Durangoko Azoka crea cantera en una edición cargada de novedades y creatividad

Los primeros en pisar el recinto ferial serán los niños y niñas porque uno de los objetivos de los organizadores de la cita cultural euskaldun es la de seguir creando cantera. El Ikasle Eguna vuelve a reunir un año más a una marea de estudiantes llegados de toda Euskal Herria, que aprovecharán para curiosear, comprar y acercarse a sus escritores y cantantes favoritos. Durante todo el día, tendrán la oportunidad de encontrar, ver, escuchar, tocar y sentir los discos, libros, audiovisuales, conciertos y espectáculos de la creación cultural vasca de los últimos meses. En los talleres organizados en el marco del Ikasle Eguna participarán también cientos de estudiantes.

Como siempre, pero quizás más este año, el programa está repleto de eventos, y es difícil resumir lo que la feria ofrece. Hay para elegir para todos los gustos. La cita con la cultura euskaldun más importante del año arranca con varias sorpresas. Las principales, la creación de dos nuevos espacios, Berbagailua y Atartea, y el regreso de las actuaciones nocturnas fuera de Landako, ampliando el horario y con el público menor de 30 años como principal objetivo. Berbagailua se ubicará en un plató instalado en la Ermita de La Magdalena. Allí se grabarán doce podcasts que se emitirán a diario.

En el Museo de Durango, donde se suelen celebrar presentaciones con un formato especial que no se incluía en Landako, se ha instalado el nuevo espacio Atartea, que se planea convertir en un centro de Bellas Artes. Este año, se dedicará a los ilustradores.

Landako, punto neurálgico de la oferta, albergará más de 1.000 novedades, con 273 presentaciones, actuaciones o actos (70 más que el año pasado) y se instalarán 285 puestos. Desgranadas por modalidad, serán 694 libros, 163 producciones musicales, 30 revistas y 139 productos de otros formatos como fanzines, audiolibros o podcast, entre otros.

Otra innovación: los conciertos nocturnos, ausentes en los últimos años regresan al Plateurena. El 5 de diciembre estarán Lukiek y Ezezez, y el 6, Mirua y Naxker. Además, el mismo día 6 habrá un recital de Behe Banda y un espectáculo nocturno a cargo de la compañía bostOK. En Irudinea continuarán las proyecciones y presentaciones ininterrumpidas de 11.00 a 21.00 en los cines Zugaza, donde Paul Urkijo presentará también Gaua. En total, habrá mas de 35 actos, entre los que cabe destacar además la película Jone, batzuetan, los documentales sobre el grupo Akelarre o Lourdes Iriondo o el documental Txillarreko sukaldaria, el estreno de la serie Piztiak o la cuarta temporada de la serie familiar Loa eta Laia.

El gran filósofo Joxe Azurmendi, fallecido este año, tendrá un papel especial, habrá eventos dedicados a él los días 7 y 8. En la Azoka también se conmemora el 8 de diciembre el 50º aniversario del libro del antropólogo William Douglas Amerikanuak. Basques in the new world sobre la diáspora. El genocidio contra Palestina se denunciará durante toda la Feria, con pegatinas con el lema ¡No al Genocidio! El 7 de diciembre, se hará una pausa de media hora a las 14.00 horas en apoyo a Palestina.

Creadores y creadoras

La creación vasca vive una etapa especialmente brillante. La música, la literatura y el cine en euskera están consiguiendo una gran proyección local e internacional.

Y la Azoka de Durango es un reflejo de ello. Los autores y autoras son los verdaderos protagonistas de esta cita cultural. Prácticamente, todos los escritores y escritoras que escriben en euskera estarán presentes en esta 60ª edición. Entre el mar de novedades literarias y discográficas que el visitante se puede encontrar – y adquirir– se encuentra Enarak, el nuevo libro de Bernardo Atxaga, en el que el lector volverá a encontrar su vena humorística y poética y que el escritor presentará el día 6 en Ahotsenea.

Arantxa Urretabizkaia estará el día 7 en Durango con Zahartzaroaren maparen bila, en el que la autora y periodista hace una recopilación de reflexiones del último cuarto de siglo.

También se presentará una publicación en torno a la obra de Sarri, Joseba Sarrionandiaren literatura: bitakora kaiera, de Nerea Eizagirre, Mikel Ayerbe y Amaia Elizalde. Sarrionandia ha escrito también una colección de poemas en euskera con el poeta kurdo Ilham Sami Çomak, que pasó 30 años en las cárceles turcas. El autor vizcaino pasó mas de 30 años en el exilio. Los poemas son un diálogo entre dos autores que a miles de kilómetros de distancia vivieron experiencias similares, la cárcel, el exilio, la prohibición de su lengua materna y la legalización de sus obras.

Harkaitz Cano (Lasarte, 1975) es un habitual de la Azoka –acude desde 1991– y en esta ocasión presentará su trabajo Silueta, en el que recoge treinta y una críticas y comentarios a un libro que no existe.

Karmele Jaio, la autora de La casa del padre, es una de nuestras mejores novelistas contemporáneas y que mejor refleja la complejidad cotidiana de la vida de las mujeres. En Durango presentará el día 7 Barne zerbitzuak, una historia emocionante sobre la Red Álava, que fue una importante red de espías de la posguerra.

También estará Eider Rodriguez (8 de diciembre) con Dena zulo bera zen, con el que la autora guipuzcoana regresa al relato breve. Estará también Unai Elorriaga (premio Nacional y Euskadi de Literatura) con Odola Kantari, un ensayo en el que se analiza la presencia de la violencia, de la sangre, en la poesía vasca, especialmente en la que ha pasado a la canción.

No va a faltar a la cita cultural Miren Agur Meabe, la primera autora en ganar en 2021 el Premio Nacional de Poesía con un libro en euskera, Nola gorde errautsa kolkoan (Cómo guardar ceniza en el pecho), de la editorial Susa. La lekeitiarra es también desde el año 2006 miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia.

Y la autora navarra Laura Mintegi, que llevará su último trabajo, Akabo, en el que los personajes tienen que lidiar con el amor, las identidades y la traición. Estará otra de las escritoras habituales, Toti Martínez de Lezea, que es una de las autoras que más lectores y lectoras congregan todos los años en su estand. Firmarán también libros Ibon Abad, Ane Odriozola, Haizea López, Lourdes Oñedera, Roberto Moso, Iñaki Dorronsoro, Tere Maldonado, entre otros.

Música

En la Azoka se venden también muchos discos, más que en muchos meses en las tiendas. Una fuerza y valor que muchos creadores y creadoras necesitan hoy en día para sobrevivir. La industria discográfica está en transformación, cada vez se consume más música y cultura en plataformas y se venden menos discos físicos en general. Por lo que se compra en las tiendas, casi ya ni merece la pena. Pero en la Azoka la gente se acerca a conocer a sus cantantes favoritos, quieren llevarse a casa un disco firmado, se compra para regalos... El soporte físico tiene otro valor.

Durango se convierte un año más en un gran escaparate de la música euskaldun, a la que llega también otro tipo de público. En la Plaza de la Música de la Durangoko Azoka no falta nadie. O casi nadie, porque en el sector discográfico se ha producido una gran ebullición de creatividad en euskera. Pero, conscientes de que la industria discográfica ha afrontado una de las crisis más radicales de su historia durante esta década, Gerediaga Elkartea, organizadora de la feria, lleva años apostando por dar más visibilidad a los creadores musicales vascos.

Este año no van a faltar a la cita Gatibu, que con Azken zoramena cierra el círculo tras 25 años del grupo de Gernika, que lanza el trabajo basado en el concierto ofrecido en su localidad en junio. En Tol Sarmiento presentará también su nuevo disco Konkista y Xabi Aburruzaga, Bask. Estarán también Fermin Muguruza, Gorka Armendariz, Jonkass, Odei, Ekiza, cantante y guitarrista de Willis Drummond, y Latzen, que presenta su nuevo disco, entre otros.