TVE acaba de emitir por La 1, de un tirón y a las tantas de la madrugada, los tres capítulos de Megamix brutal, docuserie de la productora de Jordi Évole sobre el fenómeno de los megamixes que arrasaron las listas de venta en los ochenta y noventa con sus innovadores mezclas y que más allá de ser un simple repaso sobre este fenómeno musical que recaudó cifras millonarias, gira en torno a traiciones, engaños, sobornos, palizas e intentos de asesinato.

“Mi nombre es Fernandisco y os voy a contar la historia más salvaje que ha tenido lugar en la escena musical de este país”. Con estas palabras arranca el documental locutado por el popular disc-jockey conocido por su paso por Los 40 Principales que se adentra en los orígenes de las discográficas Max Music, por un lado, y Blanco y Negro, por el otro, y cómo surgieron los famosos Max Mix y Bolero Mix, que revolucionaron el lenguaje musical y marcaron a una generación con pioneros disc-jockey salidos de la nada como Mike Platinas, Toni Peret o Quique Tejada.

La docuserie refleja aquellos inicios de la revolución maxmixera a través de programas como Tocata o el 3x4 de Julia Otero. Precisamente, una de las partes más interesantes explica la estrategia de asociarse a programas de televisión como Operación Triunfo o Gran Hermano. Y antes de eso, cómo sacaban recopilatorios a toda velocidad con cualquier excusa o fenómenos mediáticos, desde la mascota de un torero (Currupipi Mix) a cosas tan impensables hoy como el atentado con coche bomba que sufrió José María Aznar (Bombazo Mix).

Megamix brutal, que está disponible en RTVE Play desde el año pasado, hace honor a su nombre y es brutal, por lo que cuenta y lo bien que está hecho. Merecía, sí, un pase por La 1 pero sin emular, por el horario y que fuera de tirón, a la Ruta del Bakalao de la que también habla.